El pasado jueves 17 de diciembre, a plena luz del día, una o varias personas sin identificar rompieron a martillazos los cristales de cuatro autobuses de la Empresa Malagueña de Transportes y de un coche que se encontraban en las instalaciones de la EMT, en el Camino de San Rafael. Tres de los autobuses son vehículos históricos de la asociación Tran-Bus, a la que también pertenece el coche dañado, un Renault súper 5 de1987.

Según informó José Ramón Rodríguez, conductor de la EMT y presidente de Tran-Bus, asociación que adquiere y restaura autobuses y tranvías antiguos, el acto vandálico tuvo lugar entre las 3 y las 6 de la tarde, «cuando las cocheras están practicamente vacías, con un retén muy pequeño, hasta que a las 5.30 o 6 entra el turno de noche».

Como explicó, el autor o autores entraron primero en un CityBus que presta servicio, y además de robar el martillo de seguridad, «le rompieron el cristal pegado a la puerta, le vaciaron un extintor dentro y se emplearon con los otros autobuses».

El más dañado es uno de los vehículos más valiosos de Tran-Bus, un Pegaso 6035 de 1975, que apareció en el rodaje de Carne trémula. «Le han roto todos los cristales», lamentó José Ramón Rodríguez, que detalló a La Opinión que los otros dos autobuses históricos con los cristales rotos son un Pegaso 6424 de 1992 y un Iveco 623 de 1996.

Además, el cartel que anunciaba la segunda edición de la exposición La movilidad es cosa de todos organizada por Tran-Bus en septiembre de este año en la plaza de la Marina, apareció con la pintada «Putos autos». El cartel fue retirado por la policía científica en busca de posibles huellas, detalló el presidente de Tran-Bus, que informó de que el próximo martes 26 tendrá una reunión con Miguel Ruiz, gerente de la EMT, para informarle del caso.

José Ramón Rodríguez aprovechó para pedir «el apoyo de la EMT para que Tranbus siga adelante» y recordó que los autobuses históricos están a la intemperie y necesitan, como mínimo, «una nave con carpas» para su protección.