Francisco de la Torre sonríe mientras se coloca delante un tocho de folios y un bolígrafo por si cree conveniente trasladar sus respuestas a modo de garabato explicativo. Igual empieza a lamentar la insistencia en algunas preguntas, que de pronto se extiende en los mensajes que sí quiere colocar de lleno. Admite cierto amor por el matiz y la subordinada. A las interpelaciones de alcalde contesta con vocación de técnico, hasta conseguir que el periodista sienta pasar el tiempo a cámara lenta. Su conocimiento milimétrico de cada grano de arena que se mueve en Málaga se clava como una flecha en el talón contra la concreción en los asuntos que dominan la agenda pública y que exigen una simplificación en la respuesta: cabeza de lista del PP en 2019, metro, Limasa, bomberos, Hotel del Puerto... El alcalde se extiende para La Opinión e insiste con fuerza en un mensaje: Málaga, básicamente, no existe para la Junta de Andalucía.

¿Los malagueños le siguen diciendo por la calle que se presente de nuevo en 2019?

En la calle me siguen saludando con afecto y me trasladan su cariño. En el tema de las elecciones, yo soy un hombre disciplinado, y estaré a lo que diga el PP.

¿Eso significa que aceptaría ser el cabeza de cartel en 2019 si Mariano Rajoy se lo pide? La dirección nacional ha dejado claro que es un asunto que tendrá que contar con el visto bueno desde Madrid.

Vería como estoy? si uno se siente bien, con fuerza, con proyectos, y si hubiera razones para seguir.

¿Ha aceptado usted un cargo a nivel nacional a cambio de dejar la alcaldía antes de que finalice este mandato?

No. Yo estoy en mis tareas de alcalde y tengo el compromiso de estar los cuatro años. Salvo una causa de fuerza mayor o de algún imprevisto que pudiera ser motivador de no cumplir y pudiera explicarse, mi compromiso es firme. Además, soy feliz haciéndolo.

¿A quién prefiere como delfín, Elías Bendodo o Juan Cassá?

Si todavía no me he planteado si voy a ser candidato o no, no me voy a plantear ese futurible.

¿Elías Bendodo sería un buen alcalde para Málaga?

A usted sólo le interesa el tema de las elecciones de 2019...

¿Por qué le cuesta responder a esta pregunta?

No me cuesta. Siempre he dicho que Elías es un buen gestor, que ha hecho y hace una labor espléndida. Es evidente que puede ser alcalde, pero siempre he dicho, también, que puede haber más gente. Me gusta presumir de un partido potente desde el punto de vista de candidatos.

Astoria, metro al Civil o el by-pass ferroviario, por nombrar algunos proyectos con un futuro incierto. ¿Ha sido un año perdido como aseguran algunos partidos de la oposición?

¿Un año en blanco cuando en materia de vivienda hacemos lo que no hace la Junta? ¿Un año en blanco cuando instalamos ascensores para miles de familias? Hemos hecho políticas que le corresponden a la Junta de Andalucía. Ahí está la construcción de instalaciones deportivas. Políticas activas de empleo, que yo pedí ya en 2003 que nos traspasen la competencia, pero nos hicieron ni caso. Pues más de 20.000 alumnos formados en 2017 con el Imfe y Promálaga. Más actividad en crecimiento turístico. La oposición piensa que eso es casual, pero es fruto de una acción conjuntada. El Ayuntamiento ha promovido el interés turístico por Málaga con su política en materia cultural. Tenemos los presupuestos y las ordenanzas del 2017 aprobados. No se puede hablar de un año en blanco.

¿Está dolido con el Gobierno central por no haber permitido que Málaga puje por la Agencia Europea del Medicamento?

Creo que el Gobierno se equivocó y los hechos están ahí. Barcelona lo tenía muy complicado con la Generalitat y su deriva independentista. Yo hubiera sido muy tajante: Usted renuncia al procés o no hay candidatura para Barcelona. Ahora, en este sentido, hubiera sido muy bueno que la Junta de Andalucía se hubiera movido a favor de la candidatura de Málaga. Era la única en Andalucía que se podía presentar con posibilidades de éxito, y hubiera sido algo bueno para toda la región. La Junta no se movió. No dijo una sola palabra. Hubiéramos ganado seguro porque la competitividad de Málaga es enorme. Pero claro, es que nuestra Junta de Andalucía nunca se ha acordado de Málaga, ha demostrado que nunca piensa en ella. A la Junta no le importa perjudicar a Andalucía con tal de no beneficiar a Málaga.

¿En este último año ha percibido deslealtad por parte de alguno de sus concejales?

Lo más mínimo. Somos un gobierno cohesionado con muchísimo trabajo y trabajamos codo a codo.

¿Por qué no ha sido capaz de imponer su voluntad en la municipalización de Limasa?

Porque yo no soy un hombre autoritario. Me gusta ser demócrata, ser un hombre de consenso.

¿Está contento con la solución final que se ha tomado y que divide en dos a Limasa?

Hombre, hemos desbloqueado los presupuestos de 2018. Hemos buscado una solución, que no es perfecta, pero que tiene ventajas de una fórmula y de otra. Con los presupuestos desbloqueados, lo que podemos hacer ahora, que es una cosa que me preocupa mucho, es aportar para que Limasa III funcione de la mejor manera posible. Que tenga recursos para mejorar la maquinaría y para la recogida de puerta a puerta.

¿Ya no hay vuelta de hoja sobre la decisión de partir Limasa en una empresa pública y en otra privada?

Yo le digo lo que ahora puedo decirle a día de hoy. En esta materia hemos tratado de buscar una salida que desbloquee a los presupuestos para 2018.

¿Málaga está abocada a una nueva huelga de la basura?

No, creo que no. Esto no tiene por que ir a una nueva huelga de la basura. Hay que explicarle al comité las cosas muy bien.

¿Por qué se subvenciona a las cofradías con los impuestos que pagan los malagueños? ¿No es un claro ejemplo de clientelismo?

En Málaga siempre funcionamos en el apoyo a las ONG. Una cofradía es como una ONG, aunque tenga carácter religioso. Tiene su parte benéfica y social. Aquí, jamás hemos perseguido un objetivo en el que pueda entrar la palabra de clientelismo. En el caso de las cofradías hay una labor social muy importante y, también, una estructuración de la sociedad muy importante.

La crisis del ruido ha dejando en mal lugar a Málaga. ¿Cree que la imagen de la ciudad ha salido dañada?

Algo sí. Es un tema que se tenía que haber resuelto antes y mejor. Eso es evidente. Pero aquí me gustaría poner de relieve la carencia de instalaciones deportivas en la ciudad, que es algo que le corresponde a la Junta.

El hotel del Puerto es un proyecto que trae José Seguí y que tiene un inversor qatarí. Igual que La Bajadilla en Marbella. ¿Este paralelismo no le hace temer por la solvencia?

Yo no me he dedicado a ver personalmente los datos de solvencia y de la potencia económica de la empresa interesada en desarrollar este proyecto. Las noticias que tenemos por parte del Puerto son positivas. Es un proyecto de impulso portuario y tiene que tener el consenso municipal. Pero le toca a la Autoridad Portuaria hacer estos trámites de verificación. No veo ningún paralelismo con el caso de Marbella.

¿Tampoco ve un inconveniente en el impacto visual?

Sobre este punto habrá que esperar a que se realicen más estudios. Yo siempre he comentado sobre este proyecto que le veo más ventajas que inconvenientes. Tuvo más impacto en su día el plan del puerto que creó la zona de contenedores. La línea vertical de una edificación de 130 metros de altura, que tiene la forma de elipse, a la distancia que está, yo le doy un impacto muy relativo.

¿Persiste en su rechazo frontal de llevar el metro al Hospital Civil? Susana Díaz le pide que cumpla lo que usted mismo firmó y le acusa de perseguir únicamente la confrontación política.

Los vecinos son los que persisten. La señora Díaz dijo aquí unas palabras, cuando sabe de sobra de nuestra colaboración con la Junta. No hay ninguna confrontación. Simplemente, me gustaría recordarle a la señora Díaz las palabras que dijo a unos metros de aquí en 2013. Que el metro tendría que ser rentable y que tenía que contar con el consenso vecinal.

¿Por qué es sensible a la opinión de los vecinos con el metro ligero, pero no en el tema del Puerto o para el bosque?

Que yo sepa, en el Hotel del Puerto, no hay un rechazo vecinal tan grande. Yo no lo veo. Sé que ha habido algunas opiniones en contra, pero muchas más opiniones a favor. Tampoco he visto reuniones a favor del metro. El Hotel del Puerto tiene ventajas. En el tranvía no hay más que inconvenientes. A los comercios les perjudica, a los vecinos les perjudica. La Junta se gasta 40 millones de euros en algo que la gente no quiere.