Hay mucha expectación por los resultados de las pruebas de ruido que se van a realizar en los próximos días en el Grand Café, en el Hotel Ibis junto al Guadalmedina. El nuevo modelo de toldo instalado en colaboración con el Ayuntamiento de Málaga sigue un diseño especial que podría eliminar hasta 20 decibelios de ruido ambiente. Esto es lo que quiere comprobar el área de Sostenibilidad, que a lo largo de este mes realizará varias pruebas con distintas frecuencias de sonido para medir la efectividad real de los toldos.

Este modelo de toldo tiene unos paneles superiores con forma de 'sandwich', con idea de permitir que sea plegable y la ocupación de la acera sólo sea temporal. El concejal de Sostenibilidad, Raúl Jiménez, explicó que las conclusiones que se obtengan de este estudio se expondrán en el congreso europeo sobre el ruido que se celebrará el 30 de enero en Grecia y en el que el Ayuntamiento de Málaga será ponente con esta experiencia. "Hay una gran expectación entre los ayuntamientos", señaló el edil, quien detalló que esta prueba es pionera y de ahí el interés que hay de otros ayuntamientos por los resultados.

Las pruebas estarán realizadas por la empresa CPV, adjudicataria de las mediciones de ruido en Málaga. Para ello se llevará una máquina que emita ruidos en distinta frecuencias, desde los 3.400 herzios, que es cuando empiezan a ser audibles por el oído humano. Raúl Jiménez advirtió que la idea es cubrir todo el espectro posibles de ruidos para comprobar su efectividad, ya que "el fabricante nos asegura que puede reducir hasta 20 decibelios el ruido ambiente".

Pantalla acústica

El nuevo sistema, diseñado por la ingeniera acústica Inés Aragúez, se basa en la interposición, entre la terraza y los vecinos de una pantalla o barrera que actuará absorbiendo una fracción de las ondas sonoras y difractando el resto. Esa acción evitará que dichas ondas lleguen directamente a la fachada de la edificación en la que se ubica el local y se atenúe el ruido.

La solución técnica propuesta emplea, a modo de techo de la terraza, una estructura de paneles sándwich absorbentes, montados de forma abisagrada, como un acordeón, para hacer posible su plegado cuando no se esté utilizando. De esta manera, la seguridad de las viviendas no se ve comprometida y ocupa menos espacio de la vía pública.

El concejal de Sostenibilidad reiteró que, de ser satisfactorios los resultados, se podrían empezar a adoptar de forma progresiva en la ciudad, reduciendo de forma notable el ruido ambiente en las viviendas. Además, se trata de elementos que pueden adaptarse tanto a las necesidades mecánicas como estéticas que requieran su uso. El proyecto propone que la parte superior de los paneles sea de color blanco, con la idea de que actúen al mismo tiempo como reflector solar, haciendo funciones también de barrera térmica para los usuarios de la terraza.