El diputado socialista Miguel Ángel Heredia denunció ayer que desde que Rajoy llegó al Gobierno la inversión para reducir los niveles de ruidos en las urbanizaciones próximas a las carreteras nacionales en la provincia de Málaga «ha brillado por su ausencia». Heredia visitó ayer las zonas próximas al viaducto de Totalán con la también diputada nacional Begoña Tundidor, la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Rincón de la Victoria, Encarnación Anaya, y el líder de los socialistas en el municipio, Antonio Sánchez.

Según Heredia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Europea del Medio Ambiente consideran molestos los niveles de ruido superiores a 55 decibelios y potencialmente dañinos para la salud de los que pasan de 65, susceptibles de provocar desde pérdidas de oído hasta patologías cardiacas, entre otras dolencias. Esto, en periodo diurno, ya que para el descanso nocturno recomienda que la presión sonora exterior no pase de 40 y califica de dañinas las superiores a 55, provocando además problemas psicológicos y trastornos del sueño. En nuestro país algo más de 3 millones de personas soportan niveles de ruido dañinos para la salud como consecuencia del tráfico en las 18 mayores zonas metropolitanas españolas, mientras un volumen similar, y parcialmente coincidente, lo sufre por la cercanía de sus viviendas y centros de trabajo a las grandes infraestructuras viarias, autopistas al margen. Heredia dijo que Fomento lo único que ha hecho en los últimos seis años ha sido diseñar un Plan de Acción contra el Ruido que obliga a poner en marcha la directiva comunitaria sobre la materia, según se reconoce en una respuesta parlamentaria, en la que señala que sus técnicos están trabajando en el informe de las alegaciones presentadas al documento provisional durante la fase de exposición pública. «En definitiva, no se ha hecho nada más que estudios y ninguna inversión», concretó.

En la provincia de Málaga, según los datos de Fomento, más de 54.000 personas están afectados por el ruido de las principales carreteras a lo largo de 23 tramos de carreteras nacionales y a lo largo de casi 90 kilómetros, «donde hay que actuar para minimizar la incidencia del ruido del tráfico sobre la población más cercana». «Estamos hablando de una población afectada de 54.315 personas y se necesitaría una inversión de 179 millones para poder ejecutar actuaciones que reduzcan los niveles de ruido», añadió.