El Ayuntamiento de Málaga ha concluido la primera fase del diagnóstico del plan sectorial para la Mejora de la Calidad del Aire de Málaga, en el que se concluye que, en general, la ciudad presenta los niveles de contaminación más bajos de todas las grandes ciudades españoles. El estudio, redactado en el transcurso de un año, se ha realizado en cumplimiento del artículo 25 del Decreto andaluz 239/2011, que regula la calidad del medio ambiente atmosférico y crea el Registro de Sistemas de Evaluación de la Calidad del Aire en la región. Así, los municipios con más de 100.000 habitantes y las aglomeraciones urbanas han de adoptar planes y programas para el cumplimiento y mejora de los objetivos de calidad del aire, sobre todo en cuanto a seguridad vial y planificación autonómica.

El edil de Sostenibilidad Medio Ambiental, Raúl Jiménez, y el presidente del Colegio Profesional de Licenciados y Graduados en Ciencias Ambientales de Andalucía (Coamba), Manuel Barrera, han presentado esta mañana en la sala de prensa del Consistorio este estudio, que ahora será remitido a las consejerías de Medio Ambiente y Salud de la Junta de Andalucía. Sus conclusiones servirán para diseñar propuestas y actuaciones futuras, como por ejemplo ocurrirá con el Plan de Movilidad Sostenible de Málaga.

Los datos han sido obtenidos por las diferentes estaciones de seguimiento de calidad del aire que tiene la Junta en la ciudad, en las que el Ayuntamiento incorporará en 2018 un nuevo punto de control en la zona Este, para completar la cobertura urbana. Estas están en Campanillas, Juan XXIII, El Atabal y Carranque. También se han obtenido datos de diversos proyectos municipales como el programa Civitas, con sensores móviles en autobuses, el programa Urban Mobile Sensors de Urban Clouds, con medidores en bicicletas y el programa Curmos, que recaba datos de los carritos de los carteros.

Así, se han analizado las fuentes de emisión de contaminantes atmosféricos o focos y sus niveles de inmisión en el aire (la concentración de sustancias contaminantes existentes a nivel del suelo). Según lo registrado por la red de medidores, no existen en Málaga superaciones de los niveles de contaminantes que fija la normativa y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la mayor parte de los contaminantes del aire. Tan sólo existen superaciones de valores máximos diarios de forma puntual para partículas PM10 y ozono troposférico O3. Estos contaminantes son derivados del tráfico rodado y en el estudio las concentraciones de contaminantes se ha comprobado que han disminuido considerablemente en los dos últimos años.

Entre las sustancias que establece la normativa comunitaria y que han sido analizadas en el diagnóstico, se encuentran el dióxido de azufre, los óxidos de nitrógeno, el monóxido de carbono, el ozono, el material particulado (incluyendo metales, compuestos inorgánicos secundarios y una gran variedad de compuestos orgánicos volátiles, plomo, arsénico, cadmio, mercurio, níquel, benceno, hidrocarburos aromáticos y el amoniaco.

Así, en lo que se refiere a las fuentes de contaminación el tráfico marítimo y el rodado, así como el sector doméstico, destacan en Málaga entre el resto, con la emisión del 32,6%, el 20,7% y el 21,18% de partículas PM10, detectadas, respectivamente.

Jiménez ha señalado que Málaga ha sido pionera a la hora de desarrollar estos planes y los resultados han sido positivos, "somos unas de las ciudades con mejor calidad del aire", a lo que también contribuyen las condiciones geográficas, la ausencia de grandes industrias, los planes de peatonalización y el transporte público, el fomento del carril bici, etcétera?, ha defendido.

Javier Pedraza, vicepresidente del colegio andaluz de ambientólogos y autor del estudio, ha hecho hincapié en que la calidad del aire en Málaga "es buena, aceptable, y este debe ser el punto de partida para mejorar".