El Centro histórico de Málaga, al igual que ocurre en otras capitales, es un gran generador de actividad comercial y de un tiempo a esta parte el sector de la hostelería y del turismo han puesto los ojos en sus calles que ven como cada vez proliferan más y más tanto los bares y cafeterías como las residencias turísticas, lo que a su vez supone el cierre del comercio tradicional que hasta ahora ocupaba este escenario, empujado por una hostelería en auge. La rapidez de estos cambios pilla siempre a contrapié a la administración pública, que ahora trata de ponerse las pilas para intentar regular y poner racionalidad y equilibrio entre el uso hostelero y el residencial.

En esta tarea intervienen tanto el gobierno municipal como los grupos de la oposición que intentan poner orden. Este lunes se jugó un nuevo capítulo en este partido con la aprobación de un acuerdo por el que Málaga limitará la instalación de nuevos negocios de hostelería en el Centro aplicando una moratoria para impedir que negocios tradicionales acaben convirtiéndose en un bar o una cafetería, en las calles «que sea necesario» y con los informes jurídicos previos pertinentes.

Málaga Ahora y Ciudadanos

El acuerdo, adoptado este lunes en la comisión de Economía, contó con el voto en contra del equipo de gobierno del PP, que había defendido que es necesario antes «estudiar» la aplicación de esta moratoria para «no crear inseguridad jurídica», según señaló la concejala de Comercio, María del Mar Martín Rojo, que quiso aclarar que, en cualquier caso, una medida de este tipo «tardará tiempo» en poder aplicarse pues debe estar respaldada por una normativa que no cree indefensión. Rojo añadió que el gobierno municipal está trabajando, con la colaboración de comerciantes y gremio de hostelería, en una normativa que limite y controle la presencia de negocios de hostelería en el Centro, «pero que ofrezca garantías y seguridad a todos».

La decisión de limitar la instalación de negocios hosteleros en el Centro fue una doble propuesta de los grupos Málaga Ahora y Ciudadanos que llevaron sendas mociones al respecto.

En ambos casos las mociones tratan de apostar por el mantenimiento de los comercios tradicionales en el Centro y defenderlos frente a la «proliferación de los negocios hosteleros».

«Las propias asociaciones de comerciantes del Centro ya han protestado por el alto número de locales que han cambiado su uso a la hostelería. Esto genera un aumento del precio en el alquiler y favorece la marcha de vecinos de la zona», aseguró Ysabel Torralbo, por el grupo Málaga Ahora.

A su vez el concejal de Ciudadanos Alejandro Carballo explicó que «la proliferación de negocios de hostelería está suponiendo, en ciertas calles del Centro, la expulsión de los comercios tradicionales en favor del establecimiento de nuevos locales hosteleros, lo que no sólo perjudica a la actividad comercial, sino que además puede generar «un proceso de canibalismo entre la propia hostelería».

La aplicación de esta moratoria en el Centro supondrá también «estudiar» su implantación en otros barrios y distritos donde fuese necesario.

En la misma línea de «regular la avalancha» de negocios de hostelería en el Centro, el Ayuntamiento se dotará de un grupo de la Policía Local «permanente» para vigilar el cumplimiento de la ocupación de la vía pública por las terrazas. Igualmente, se tomó la decisión de que el departamento de Vía Pública del Ayuntamiento pueda actuar directamente por denuncia de algún vecinos por ocupación excesiva de una calle o plaza de alguna terraza.