«La Térmica está ya cercada por la Diputación por todas partes, por sus oficinas y por un aparcamiento horrible. Esta es la única fachada que queda libre», señala José Luis Cabrera. El responsable de la Asociación de Amigos del Cementerio de San Miguel estaba ayer delante de La Térmica, la antigua Casa de la Misericordia, y es uno de los expertos que ha pedido a la Junta que el inmueble, inaugurado en 1912, se incluya en el Catálogo General del Patrimonio Andaluz, para impedir que en una zona de aparcamiento, junto a los jardines de La Térmica, se levante el futuro Centro de Estudios Americanos Bernardo de Gálvez. Precisamente, está previsto que este centro, que será costeado por la Diputación y el Ayuntamiento de Málaga a partes iguales, con un coste de 1.500.000 euros, se presente esta mañana a los medios.

Para José Luis Cabrera, descendiente de una familia de Macharaviaya emparentada con los famosos Gálvez, se trata de «un gasto de dinero absurdo» que «no responde a una necesidad ciudadana.

A su lado está Francisco Rodríguez Marín, profesor de Historia del Arte de la UMA, que también ha firmado la solicitud para la Junta. En su opinión, la Diputación ya cuenta con un archivo a pocos metros y con la biblioteca de Ollerías, que podrían cumplir la función del nuevo centro. «Los fondos de Gálvez pueden instalarse en el archivo o en la biblioteca, no hace falta un edificio extra para cumplir la función».

En cuanto al edificio, señala que tiene enorme parecido con el centro de interpretación de la Calzada del Gigante en Irlanda, «pero aquí la integración con el paisaje no se cumple. Por mucha cubierta vegetal que tenga va a ser un gran volumen delante de un edificio histórico y lo que hay que hacer es preservar la fachada».

Los dos expertos en Patrimonio creen que lo ideal sería que el centro, adaptado al pueblo, se instalara en Macharaviaya. «Desde el punto de vista turístico se tiene que apostar por fortalecer una opción, todo lo que sea repartir supone debilidad , estratégicamente es un error», explica el profesor, mientras que José Luis Cabrera indica que, «si se quiere enfocar a la promoción de los Gálvez, ya tienes Macharaviaya. La gente no va a venir de EEUU a ver una biblioteca moderna, va a ver la cuna de los Gálvez».

En esta línea, la Asociación de Granaderos y Damas de Gálvez de Macharaviaya envió un comunicado en el que considera una «falta de consideración» la actuación de la Diputación, y señaló que sería «una inversión importantísima para el pueblo. Que se traduciría en puestos de trabajo, mayor actividad económica, turística y cultural». Además, recordó el papel de la Diputación de apoyar «a los pequeños municipios.

Respuesta de la Diputación

El diputado de Cultura, Víctor González, respondió ayer que el proyecto cuenta «con la connivencia y complicidad del Ayuntamiento de Macharaviaya» y precisó que el centro tendrá un espacio importante sobre el pueblo, «que supondrá proyección para el municipio por el tirón de la capital». Con respecto al edificio, resaltó que irá sobre unos antiguos aparcamientos y no quitará visibilidad «porque ya hay ahí una hilera de eucaliptos».