La población ha aumentado en medio millón de habitantes en Málaga en los últimos 25 años y, sin embargo, el último gran hospital público que se construyó en la provincia se remonta a 1992, el Hospital Costa del Sol en Marbella. Desde entonces sólo se ha invertido en los nuevos hospitales de Ronda y Antequera (que sustituyen a los antiguos) y los chares de Benalmádena y Guadalhorce. Una falta de infraestructuras ante el aumento de la población que ha sabido aprovechar la sanidad privada que oferta casi las mismas camas que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) en Málaga.

Mientras en Andalucía la media de camas públicas se mantiene en el 72,6 por ciento del total, la provincia de Málaga se sitúa al final de la lista con el 54,5 por ciento de sus camas pertenecientes al SAS, casi 20 puntos porcentuales por debajo. Un dato que contrasta con la asistencia privada, donde la media regional de camas se sitúa en el 27,8 por ciento y la ciudad encabeza la lista con el 45,5 por ciento del total.

Estos son algunos de los datos que se desprenden del primer informe sobre asistencia dentro de la sanidad privada que presentó ayer CCOO, unas cifras que muestran que de las 4.625 camas hospitalarias que hay en la provincia, 2.521 pertenecen al sector público y 2.104 a la sanidad privada, según el Catálogo Nacional de Hospitales en 2015.

El secretario general de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO en Málaga, Rafael González, aseguró que las principales causas que motivan esa diferencia porcentual tan notoria con respecto a la media andaluza y el resto de provincias se debe a la falta de inversiones en infraestructuras públicas en Málaga en los últimos 25 años. Mientras que en ciudades como Córdoba o Granada se han abierto nuevos hospitales, o en Sevilla se han llevado a cabo reformas, Málaga, a pesar de haber aumentado su población, no cuenta con nuevas infraestructuras ni camas (concentra el 16 por ciento del total de camas públicas de la región).

La única infraestructura que se ha levantado en los últimos años corresponde al Hospital de Alta Resolución de Benalmádena, que cuenta con 38 camas. También se han construido edificios hospitalarios en Ronda y Antequera, pero no han supuesto la apertura de nuevas camas, sino el traslado de las mismas a un nuevo inmueble, según informó Rafael González.

Los recortes han sido uno de los grandes motivos que ha paralizado la financiación en los últimos años e incluso han propiciado el cierre de plantas y la no contratación de personal sanitario.

Según los datos ofrecidos por el sindicato, de 2012 a 2016 la provincia cuenta con 370 camas públicas menos. Ante este panorama, la sanidad privada ha visto en Málaga una oportunidad y es la provincia que más camas tiene (2.104), muy por delante de Sevilla (1.423 camas privadas) o Cádiz (1.239).

Vithas y Quirónsalud son los dos grandes grupos que imperan en la provincia con hospitales y centros de consultas externas en diversos puntos. «El sector privado está en auge», expuso el responsable de sanidad privada de CCOO, Juan Carlos Navas.

La construcción. Sin embargo, Rafael González detalla que, ante el aumento demográfico que experimentará la provincia en los próximos años y para no tener déficit de camas en cuestión de diez años, sería necesario la construcción de más instalaciones. «Con lo que propone la Consejería de Salud nos ponemos en la media andaluza pero proponemos aumentar para no tener que pedir en 10 o 12 años», sentenció.

Para ello, el sindicato CCOO apuesta por un hospital en la zona Este o algún convenio con el Centro Asistencial San Juan de Dios, entre otras propuestas. Medidas que se han convertido en una moneda de cambio para la construcción del Tercer Hospital. Hace solo dos semanas el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, condicionó su apoyo al Tercer Hospital a la creación de un hospital en la zona Este de la ciudad.

Alerta sobre la sanidad privada

Mientras tanto, la sanidad privada alcanza el 45% de las camas totales de la ciudad y comienza a presentar los mismos problemas que la sanidad pública en cuanto a empobrecimiento asistencial, según declaró Juan Carlos Navas, y se extiende a otros servicios hospitalarios.

Para ello, CCOO comparó los datos de Quirónsalud Málaga de 2010 y 2017. En el año 2010 se atendieron en Urgencias general y Pediatría y de Ginecología y Obstetricia 26.539 personas. En 2017 esa cifra ascendió hasta los 114.965, un incremento del 433 por ciento.

También denuncian que a pesar del crecimiento de infraestructuras y apertura de nuevas carteras en la sanidad privada, las plantillas se mantienen igual, el profesional no percibe mejoras salariales o de convenio, y la presión se ha incrementado.