Francisco Miralles Linares (Villacarrillo, 1970) es un médico cercano, de ideas claras, muy humano y con un excelente ojo clínico. Así lo definen algunos pacientes que han estado en manos de este doctor especialista en medicina interna y que desde hace unas semanas combina la dirección médica de Asisa en Málaga con su consulta como internista en el Hospital Gálvez. Miralles, doctor de vocación clínica, estuvo durante 15 años al fente de la dirección médica y de la Unidad de Médicina Interna del Parque San Antonio. Defiende una medicina enfocada en las personas que evite despersonalizar la asistencia y trabaja por una medicina que aporte valor y que destierre las cosas prescindibles que en muchas ocasiones sólo aportan yatrogenia (acto médico dañino). «No siempre en medicina hacer más cosas es mejor»,sostiene. Estas máximas, entiende, sólo se pueden consiguir si trabajas de la mano de los profesionales del cuadro médico.

¿Qué valoración hace del mercado actual del seguro de salud?

Los últimos datos de UNESPA (la patronal del seguro) indican un crecimiento próximo al 5% con más de 8.000 millones de euros en primas. Más de 11 millones de personas confían su salud a las compañías que operamos en el sector. Asisa asegura en España 1.300.000 personas en salud. En Málaga 74.000, que es casi el 19% de los asegurados totales en la provincia.

¿Qué mejoras han introducido en el cuadro médico de Asisa?

Son muchos los profesionales y centros que se han incorporado al cuadro médico de Asisa últimamente. Estamos convencidos de que sólo de la mano de los mejores profesionales se puede dar un servicio de calidad y aspiramos a tenerlos en nuestro cuadro. Si tuviera que destacar alguna incorporación lo haría con Oftalvist, nuestro servicio de oftalmología recientemente incorporado a Hospital El Ángel y donde la mejor tecnología estará al alcance de los oftalmólogos de Málaga.

¿Qué aconseja a las personas reacias a contratar un seguro de salud privado?

Que revisen los datos que demuestran la valoración de los asegurados de los servicios recibidos. Nuestros asegurados nos puntúan en la encuestas de satisfacción con 8,5 sobre 10 y mejoramos año a año. Los funcionarios pueden elegir entre la cobertura de su salud con seguros privados y la seguridad social y ellos eligen en el 85% un seguro privado.

Un informe señala que Málaga es la provincia andaluza donde el número de camas de la sanidad privada es mayor. ¿A qué se debe?

Sin duda la atención a turistas es una oportunidad mayor en Málaga que en otras provincias. También el número de camas públicas es menor. Pero creo que sobre todo tenemos que tener en cuenta que el recurso cama no es la única forma de dar respuesta a los problemas de salud que se nos van a presentar. La atención primaria, los recursos a domicilio y otros recursos ambulatorios deben tener cada vez más preeminencia y evitar el hospitalcentrismo como plaga que absorbe los recursos, no siempre generando ni más eficiencia, ni mejor atención.

Se compara la sanidad pública con la privada cuando lo ideal sería generar un clima de colaboración.

Lo ideal sería que hubiese mayor complementariedad entre ambos sistemas. En muchas ocasiones existe una sobreoferta en determinados servicios clínicos o tecnología en la sanidad privada en una ciudad y sin embargo en esa misma zona geográfica hay listas de espera en la sanidad pública que podrían solucionarse en la opción privada. La multiplicidad de estos servicios hace que no sean tan eficientes como sería posible si los recursos se reorientaran de otra manera. El paciente quiere que se le solucione su problema de salud y creo que la sociedad tiene la obligación moral de hacerlo en el menor tiempo posible y con garantías de calidad razonables. En la mayoría de las ocasiones hay un trasfondo político en estas decisiones.

Hay médicos que reclaman a las compañías aseguradoras que deben proporcionar a los facultativos formación continuada o, al menos, facilitarles el acceso.

La verdad es que aún hay mucho camino por recorrer en este campo. En España clásicamente la formación continuada la ha ofertado la industria farmacéutica y era el profesional el que se organizaba su plan de formación. El tema está cambiando. Sigue siendo la industria quien financia pero a través de las sociedades profesionales. Aún es el profesional el que traza su línea formativa. Creo que efectivamente las aseguradoras y los grupos hospitalarios deberíamos tomar parte en este tema y entre todos generar ofertas de formación a los profesionales. Desde Asisa oragnizamos actividades formativas y el próximo día 1 habrá una actividad sobre Diabetes en Madrid a la que se ha invitado a profesionales malagueños.

Algunos estudios advierten de que la sanidad privada podría enfrentarse en un futuro a los problemas de la pública al ganar cada vez más pacientes y no tener equipamientos y personal para su atención.

Los problemas en la sanidad privada en gran parte son similares a los de la pública. Estamos en el mismo ámbito geográfico y enfermamos en el mismo entorno. La sanidad privada es cierto que tiene más agilidad en la gestión y una capacidad de respuesta más ágil pero los problemas a futuro serán los mismos. La gestión de los pacientes crónicos y pluripatológicos, el sobrediagnóstico y el sobretratamiento, el encarecimiento de la tecnología y los fármacos, el desarrollo de la medicina personalizada son algunos de ellos.

Usted, como médico internista, considerará que el paciente es el eje de la gestión clínica. No siempre es así y, por desgracia, intervienen factores económicos, gastos...

Me encantaría poder afirmarlo rotundamente porque así es mi idea de la medicina y porque es la razón de ser mi especialidad, pero desgraciadamente no siempre es así. Ahora está muy de moda este tema y todas las organizaciones quieren poner al paciente en el centro pero en muchas ocasiones pesan más las tareas administrativas, las organizativas o decisiones políticas.

¿Se puede ser un buen gestor de sanidad sin ser médico? ¿Deben conocer los médicos el valor económico de cada prueba o eso limitaría su campo profesional al sopesar el gasto que supondría para un paciente?

En nuestro país hay buenos gestores sanitarios que no son médicos. Es cierto que el haber tenido al paciente cerca te debería aportar un plus de sensibilidad hacia la gestión de los enfermos. Los médicos en general tenemos muchas carencias en gestión. Este tema no se aborda en la Universidad y debería ser una prioridad. La microgestión depende directamente del profesional que prescribe un determinado fármaco o solicita una prueba diagnóstica. Esta influirá en la mini y en la macrogestión de todo el sistema sanitario. Parece más que razonable que los responsables de esta microgestión no sólo sepan el valor económico de cada decisión sino que sean instruidos en como ésta acaba influyendo en la sostenibilidad del sistema. El año pasado ASISA colaboró en la organización de un curso de gestión sanitaria en la Facultad de Medicina de la UMA dirigido a alumnos de últimos cursos y fue todo un éxito. Creo que los nuevos médicos son más conscientes de la necesidad de gestionar.

¿Por qué se dice que el médico internista es la especialidad ideal para el ejercicio en la sanidad privada?

Es una especialidad que como he dicho antes pone en el centro a la persona enferma y no a la enfermedad. Desde un enfoque holístico es capaz de integrar los diferentes procesos patológicos del paciente que en muchas ocasiones está disgregado en múltiples especialidades o enfermedades. Muchos pacientes en la sanidad privada son los que deciden a que especialista acuden para una determinada dolencia según su criterio y no bajo la supervisión de un profesional. Esto genera duplicidad de pruebas complementarias y a veces tratamientos innecesarios que en muchas ocasiones no solucionan el problema o incluso lo empeora porque quizás la solución se encuentra cuando es vista con más perspectiva. Este es el papel del internista.

¿Qué opina del régimen de exclusividad que existió en su día en el Sistema Nacional de Salud para primar a quien renunciase a la sanidad privada?

Personalmente me parece carente de sentido e injusta. Si un profesional cumple con sus objetivos y horario en su puesto en la sanidad pública ¿por qué ha de ser penalizado si quiere seguir desarrollando una actividad extra por la tarde? Creo que es una medida demagógica y sólo fruto de la política.

Málaga mantiene un déficit en la sanidad pública. ¿Está de acuerdo en la construcción de un Macro Hospital y de otro en la zona Este de Málaga?

Mi opnión es que este debate está haciendo mucho daño a la sanidad en nuestra ciudad. Hay demasiadas expectativas en este tema que están haciendo que no dediquemos toda nuestra energía a la mejora de lo que ya tenemos. Me parece que la esperanza en una nueva estructura sanitaria, que en el mejor de los casos sería efectiva en unos diez años, está lastrándonos demasiado. Además el debate está muy focalizado en una nueva macroestructura y quizás estamos olvidando que hay otros modelos de gestión eficientes. La tendencia debería ser ingresar menos pacientes crónicos en hospitales de agudos. Contar con más centros hospitalarios de cuidados intermedios precisamente para los pacientes más prevalentes, los crónicos, pluripatológicos y frágiles. Fomentar la hospitalización domiciliaria con equipos sanitarios mejor dotados y más potentes. Organizar y estructurar mejor la atención primaria aprovechando la buena red de la que disponemos y de los excepcionales profesionales con los que contamos. Es decir intentar acercar el hospital al paciente y no el paciente al hospital. Si plantearamos los cambios en función de estas necesidades quizás el dimensionamiento de la estructura sanitaria planteada a futuro debería ser otra.

Usted mantiene también una consulta privada además de trabajar en Asisa. ¿Qué tipo de pacientes son los que acuden a un médico privado y qué es lo que buscan?

Efectivamente mantengo mi consulta como internista vinculada al Hospital Gálvez en el centro de la ciudad. A pesar de estar desarrollando labores organizativas y de gestión en este momento, necesito la asistencia a pacientes porque soy un médico de vocación clínica y así lo solicité cuando me incorporé a este nuevo proyecto. Al ser internista la casuística de los pacientes que atiendo es muy variada. Son muy frecuentes los pacientes crónicos y pluripatológicos. Como he desarrollado parte de mi carrera profesional en el riesgo cardiovascular muchos de mis pacientes son diabéticos, hipertensos, tienen colesterol elevado, han tenido un infarto o un ictus.

¿Qué le llevó a cambiar desde la asistencia clínica diaria de pacientes a una mayor dedicación a la gestión?

A pesar de ejercer como clínico siempre he estado vinculado a la gestión de alguna manera. De nuevo vuelvo a repartir mi tiempo con la gestión porque creo que desde posiciones organizativas se puede hacer mucho por los enfermos. Los que tenemos una visión muy asistencial disponemos de cierta facilidad para ver en que punto los procesos o circuitos de los pacientes son mejorables. Para que el paciente pueda disponer de una buena asistencia a pie de cama o en consulta detrás hay un trabajo organizativo riguroso.

¿ Encaja realmente un médico tan clínico en un modelo más burocrático?

Al principio no entendía muy bien porque contactaron conmigo, pero Asisa tenían claro que querían evolucionar en el modelo de gestión clínica. Desde mi doble posición de Director Médico e internista en ejercicio quiero reubicar al asegurado en el centro del sistema y optimizar la asistencia a nuestros pacientes, buscando su mayor calidad asistencial. Lo que hace al sistema sostenible son las cosas bien hechas. Tenemos que velar por hacer una medicina que aporte valor e intentar desterrar las cosas prescindibles que en muchas ocasiones sólo aportan yatrogenia. No siempre en medicina hacer más cosas es mejor.