Alfonso Miranda lleva medio siglo viviendo en el Centro de Málaga y ha sido testigo del éxodo de vecinos. Desde finales de noviembre preside la Asociación de Vecinos del Centro Antiguo.

¿Cuántos vecinos viven hoy en el Centro?

Algo menos de 5.000, cuando hace 25 años éramos más de 16. 000. Es un plan premeditado de vaciar el Centro de vecinos y convertirlo en otra cosa, aunque el discurso oficial sea otro.

¿Viven mejor que hace diez años?

Hace cinco años que hemos entrado en un proceso de deterioro continuo y acelerado del patrimonio y el entorno. Si el entorno nos lo cargamos, el patrimonio va valiendo cada día menos.

¿Cómo les ha afectado la peatonalización?

Estuvimos dispuestos a aguantar lo que se nos vendía al principio. Al comienzo teníamos derecho a unos aparcamientos para residentes que han ido quitando poco a poco hasta quedarnos sin ninguno y esto se está convirtiendo, de cinco años para acá, en un parque temático de cartón piedra, un escenario preparado nada más que para eventos, vengan a cuento o no. La calle tiene que estar tomada para que el turista vea que esto es una feria continua, algo que molesta a los vecinos. Y no solo a ellos, a veces hablamos en nombre de los malagueños porque el Centro es de todos. En teoría el acceso lo tienes resuelto cuando vienes con el coche, te dejan pasar hasta cerca de tu casa, pero la realidad es que cada vez es más difícil pasar, por un consentimiento tácito de que cada vez haya más mesas, más impedimentos y más basura.

¿Cómo responde el Ayuntamiento a las quejas vecinales?

El equipo de gobierno está protegiendo ahora mismo al cien por cien los deseos de la hostelería. Lo que ellos piden lo hacen suyo, mientras que ante lo que nosotros decimos, nos responden con buenas palabras pero mareando la perdiz y tomándonos el pelo desde hace bastantes años. Los vecinos no importamos, estorbamos. El otro día, en una tertulia de la radio, el señor Cassá, de Ciudadanos, apostilló que los vecinos lo que teníamos que hacer era irnos del Centro. Este señor se ha ganado el voto de los vecinos antes de que comience la campaña electoral. Pero además le recuerdo que la Constitución reconoce el derecho que tenemos a elegir dónde vivir y el derecho al descanso. Ellos no lo tienen en cuenta. No son políticos merecedores de representarnos.

¿Del boom inmobiliario hemos pasado al de la hostelería y apartamentos turísticos?

La burbuja inmobiliaria que padecimos va a ser una broma cuando explote esta.

En diciembre, por medio de la plataforma InsideAirbnb, publicaron los datos de apartamentos turísticos en el Centro.

El 67 por ciento de los apartamentos turísticos de Málaga están en el Centro. Pero los datos que tenemos hasta febrero demuestran que han aumentado de una forma exponencial en meses. En el Centro hay cerca de 4.000 apartamentos turísticos. Las cifras son más del doble de las que tienen las administraciones.

¿Qué supone para vecinos la fiebre de los apartamentos?

Supone un cambio de vida social porque estás en tu casa, la convivencia hasta ahora era una comunidad de vecinos y se transforma en una comunidad de los que viven allí y de los que no son vecinos. Por eso, tú vives allí y te puedes encontrar con que haces de portero de tu propia casa para atenderlos. Además, el secreto del apartamento turístico, para que sea rentable, es que si te dicen que hay dos camas, metes ocho personas y no pasa nada. Pero qué público paga eso: unos señores que vienen a divertirse que se meten en una comunidad de propietarios en la que varios se tienen que levantar a las 7 de la mañana para ir a trabajar. Y luego provoca el aumento o fin de los alquileres. Hay un dato escalofriante: en menos de un año en el Centro, en una mayoría de alquileres la subida ha sido del doscientos por cien. Eso provoca que la gente se marche.

¿Qué le parece la próxima ordenanza de vía pública del Ayuntamiento?

Está hecha a la medida de la hostelería y no quiero generalizar, porque dentro de ella están los que cumplen y los que no están dispuestos a cumplir la ley. Y eso es inédito en cualquier país. El Ayuntamiento dice que es el de todos pero está al servicio de la hostelería.

¿Qué supone la próxima declaración de parte del Centro como zona acústicamente saturada durante un año?

No creo ni que la pongan en vigor. Llevamos cinco años con este asunto y la evidencia no hay que medirla. Están evadiendo el problema hasta que ya no haya vecinos, cuando los horarios que tenemos en Málaga son inéditos en Europa. Los bares de copas son un cáncer en el Centro.

¿Qué echan además en falta?

Todo. Recuerdo que cuando se expropió el Astoria, lo que vendió el Ayuntamiento es que el Centro estaba falto de equipamientos y era una oportunidad de oro. Al final será más de lo mismo: para bares y espacios gourmet.