El Comité Nacional Español del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), organismo asesor de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), ha sido tajante en relación a la Torre del Puerto, el hotel de lujo de capital catarí que se ha proyectado en el dique de Levante y que ha sido diseñado por el arquitecto José Seguí: recomienda que no se construya, que la ciudad renuncie al proyecto, después de que sus expertos visitaran la ciudad en julio de 2017 para analizar su impacto.

La altura prevista es de 135 metros y la inversión, superior a los 100 millones de euros. La afección al paisaje de la ciudad, a la postal, es la principal crítica de la plataforma local que lo rechaza y de ecologistas y algunos arquitectos, así como de los grupos municipales de la oposición: Málaga Ahora, Málaga para la Gente y Podemos. A favor, los empresarios y hoteleros malagueños, así como el PP, Cs y el PSOE.

El informe, de 63 páginas y al que ha tenido acceso La Opinión de Málaga, es claro en su primera recomendación: «Renunciar al proyecto del hotel-rascacielos en el muelle de Levante del puerto de Málaga». ¿Por qué? «Esta recomendación se fundamenta en el impacto irreversible por la naturaleza permanente de la edificación en las dos escalas analizadas: el paisaje patrimonial de Málaga y el de su puerto». Los expertos de la Unesco señalan que, tanto desde el punto de vista visual y objetivo, como desde el subjetivo y el simbólico, el impacto degradaría la imagen y los excepcionales valores paisajísticos de la ciudad, y muy particularmente los patrimoniales».

La segunda recomendación es que cualquier construcción que se prevea para el muelle de Levante «tiene que contener una reflexión y conocimiento previos, serios y profundos, de los paisajes a los que afectaría, y de cuál sería el alcance de su impacto». Además, no es que se deba evitar «la amenaza, sino que ha de valorarse su aportación para incrementar el valor del paisaje patrimonial de la ciudad». En tercer lugar, cualquier construcción (se ha propuesto un auditorio por parte de algunas entidades locales) para ese lugar debe adaptarse a la escala propia de la zona, que «viene determinada por la presencia de un hito fundamental en el paisaje e imaginario social de Málaga, La Farola, y por la del resto de los elementos patrimoniales del puerto».

Los expertos, en su segunda recomendación, insiste en que no deben tomarse como referencia, o atributo urbano susceptible de ser reconducido y ordenado, «los volúmenes y alturas de La Malagueta, que son el resultado de una mala praxis urbanística y muy alejados del planteamiento urbanístico y paisajístico adecuado». Aclaran que «no se comparte que el proyecto venga a poner orden, sino a imponer un orden propio que, tomando como excusa la desproporción de La Malagueta, beneficia exclusivamente al hotel-rascacielos».

También recomienda al Ayuntamiento y a la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía hacer un análisis detallado sobre el paisaje patrimonial de Málaga, «en el que se determinen sus valores, su proyección espacial, su sectorización y otros extremos que establezcan estrategias para su protección». En este análisis, deberá hacerse una reflexión profunda y detallada de los escenarios, perfiles y significados que posee el lenguaje histórico de Málaga, «así como identificar las áreas de mayor fragilidad paisajística desde el punto de vista tradicional».

La evaluación incide en argumentos similares, de forma que el paisaje patrimonial de Málaga, tanto el de la ciudad como el del puerto, poseen un valor excepcional como «paisaje evolutivo de una población que durante casi 3.000 años ha venido, sin renunciar a su vocación marítima, readaptando sus funciones e imagen a las necesidades y estrategias de cada época». Asimismo, durante los últimos años la ciudad ha tomado la cultura como uno de los ejes fundamentales de su modelo urbano. «Las instituciones, y sobre todo la población malagueña, deben ser conscientes del gran recurso socioeconómico y cultural que significa el paisaje patrimonial de Málaga, que en razón de sus valores paisajísticos y de su evolución podría buscar acomodo entre los principales reconocimientos de la Unesco».

Insisten en que cualquier proyecto de envergadura que impacte en el paisaje debe ser precedido en la ciudad de un gran debate. No se ha identificado, ni protegido, entendido el paisaje patrimonial de las dos escalas citadas, «ni por el proyecto ni por ningún documento o directriz pública». Ninguna legislación tutela los valores del paisaje de Málaga.

Eduardo Zorrilla, portavoz de Málaga para la Gente, consideró que el informe es completo y muy elaborado, basado en numerosas entrevistas a personas con opiniones contrarias y favorables. «Este informe da la razón a quienes defendíamos que el impacto paisajístico es considerable e irreversible y también sobre ese área, ya que se trata de la ocupación de un espacio público», dijo.