Un profesor de Málaga ha sido detenido por presuntamente abusar sexualmente de una alumna menor de edad del mismo centro educativo. La víctima, que tenía 12 años de edad cuando comenzaron los hechos, sufrió los abusos de manera continuada por parte de ese profesor durante más de tres años, según ha informado hoy la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga.

La investigación se inició tras la denuncia de la madre de la chica. Desde el primer momento, los agentes dieron credibilidad al relato de la chica gracias a la riqueza y amplitud de los detalles que aportó sobre las circunstancias en las que se cometieron los abusos, por lo que comenzaron a practicar las diversas pesquisas y gestiones para identificar al docente. Poco después, los agentes concluyeron que el profesor habría abusado de la confianza de la menor y de su superioridad dentro del ámbito docente "para conseguir su propósito criminal durante más de tres años consecutivos". "Durante este tiempo el tutor sometió a su alumna a un fuerte control de sus actividades, imponiéndole una serie de obligaciones diarias para saber en todo momento qué hacía y con quién se encontraba", ha añadido el instituto armado en un comunicado. Durante este periodo de tiempo la víctima no contó lo que sucedía a nadie. Sin embargo, cuando la menor tomó verdadera conciencia de la situación, decidió enfrentarse a su agresor y cesar los abusos que estaba sufriendo.

El profesor, que no aceptó el rechazo, comenzó a acosarla constantemente con llamadas telefónicas, llegando a realizar más de 3.000 en el periodo de un año, además de enviarle mensajes continuos y numerosas cartas de amor para impedir el cese de esa relación. La investigación revela "unos celos enfermizos" e incluso llegó a amenazar a aquellos chicos que tenían algún tipo de contacto con la víctima. Asimismo, el acoso y las amenazas se extendieron también a las redes sociales de las que la menor era usuaria.

Tras coordinar las actuaciones con la autoridad judicial, los agentes han detenido al profesor y han practicado el registro de su domicilio, donde se han aprehendido numerosos dispositivos de almacenamiento digital, discos duros y ordenadores, entre otros efectos relacionados con estos hechos. Al profesor se le acusa de los delitos de abusos sexuales continuados, acoso sexual y corrupción de menores, decretando la autoridad judicial su ingreso en prisión incondicional. La investigación, que continúa abierta ante la posibilidad de la existencia de más víctimas, ha sido llevada a cabo por agentes del Grupo EMUME (Equipo Mujer-Menor) de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga.

Protección de los menores

Por su parte, Save the Children exigió ayer que se activen todos los protocolos necesarios para garantizar la protección de los menores y sus familias durante estos procesos. A través de un comunicado, Save the Children señaló que lleva años reivindicando un compromiso profundo en la puesta en marcha de políticas de prevención como «la mejor herramienta para reducir los casos de abusos sexuales y cualquier otro tipo de violencia», por eso, exige a la Junta de Andalucía una formación específica y obligatoria para todos los profesionales que trabajen con menores, de manera que «sean capaces de prevenir y detectar cualquier tipo de violencia».

Ante todos estos casos de agresiones sexuales hacia menores, la organización también reclamó a la Consejería de Educación que «modifique el Protocolo de Actuaciones ante el Maltrato Infantil para obligar a los profesionales a la notificación del abuso en cuanto un niño lo revele, sin necesidad de que exista una sospecha fundada sobre la veracidad y gravedad del caso». «El objetivo es que lo deriven rápidamente a los servicios de protección de la infancia que tienen la formación adecuada para poder valorar el hecho», añadió. El responsable de Save the Children en Andalucía, Javier Cuenca, también instó a la Administración autonómica a impulsar una formación obligatoria en la educación básica sobre educación afectivo-sexual que «permita a los niños reconocer cuándo están siendo víctimas de abusos sexuales y desarrollar su sexualidad de forma segura y responsable».