La presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía, Mar Cambrollé, resaltó este martes el hecho de que la Universidad de Málaga es la primera en respetar la identidad de los profesores y alumnos transexuales. Así lo hizo en la presentación de los resultados del estudio que han realizado profesores del Departamento de Psicología Social de la UMA sobre transexualidad y en el que se evidencia la discriminación que sufren estas personas en distintos ámbitos, como el educativo, el socio y especialmente en el laboral, con altos niveles de desempleo.

Este estudio nace a partir de la aprobación de la Ley 2/2014 para la no discriminación por motivos de identidad de género y reconocimiento de los derechos de las personas transexuales de Andalucía. En él, aseguró Juan Manuel Domínguez Fuentes, profesor de la UMA, se entra a conocer el pensamiento de las personas transexuales sobre la ley.

El estudio se le realizó a 100 personas, y se reconocen aspectos de especial relevancia, como la necesidad de formación e información en los profesionales, los derechos de las mujeres transexuales y de los menores, la importancia del mercado laboral y la sanidad, entre otros. «Además de preguntarles por el articulado de la ley, también le preguntábamos por ejemplo en qué medida consideraban que los agentes públicos (policías, Guardia Civil, ámbito sanitario) estaban bien o mal informados acerca de lo que es una persona transexual, y nos encontramos con que prácticamente la totalidad de las personas encuestadas consideran que los profesionales están mal informados», indicó.

Cambrollé incidió en la importancia de este asunto y la evolución que ha sufrido en los últimos años. «Esta ley sitúa a Andalucía a la cabeza de España y Europa, porque es la primera vez que se legisla sobre preceptos fundamentales y que lo hacían diferente a otro tipo de legislaciones que anteriormente habían tenido lugar. Es muy importante y destacable la patologilización de la transexualidad como una expresión más de la diversidad humana y todo porque se considera la libre determinación de género como un derecho humano fundamental. Algo que ha adquirido ya rango de derecho fundamental», aseguró.

Además, afirmó que a partir de esta ley ponen de manifiesto aspectos muy positivos como es el empoderamiento de las personas transexuales, la capacidad de autoeficacia y los cambios relacionados con el asociacionismo. Algo positivo para cualquier población y para la juvenil. A pesar de estos aspectos positivos, resaltó que «la gente tiene que servir de termómetro para que las administraciones tomen nota de cosas que hay que mejorar, por ejemplo, la formación a todos los cuerpos de seguridad, al personal sanitario, al personal docente, en cuanto a cómo es el trato que tienen que tener con las personas transexuales».

El tema laboral es de especial relevancia, ya que «la Administración debe elaborar políticas activas en el empleo como lo ha hecho con colectivos en exclusión laboral, medidas de incentivo a empresas para que contraten a personas transexuales Así como cursos de formación, con destino a la empleabilidad», puntualizó Cambrollé.

Además, a nivel sanitario aseguró: «estamos contentos de no ser evaluados psicológicamente ni segregados, pero hay que seguir recordándole a la Administración que las necesidades de las personas transexuales se marcan en la salud y no en la estética. En este sentido, y por ejemplarizar, los chicos transexuales en pocos meses de tratamiento, ya tienen bello facial y voz grave, pero aún tienen mama. A estos chicos, le estamos privando que vayan a la playa, a la piscina, que puedan ser profesores de gimnasio o socorristas, incluso imposibilitamos que a veces tengan relaciones íntimas, con lo cual, estamos privándole que hagan una vida privada. Por ello, es necesario que hagan intervenciones prioritarias porque son parte de la salud de estas personas».

La ley 2/2014 fue pionera, pero también ha sido de ejemplo para Madrid y Valencia, por ejemplo, ha dibujado un panorama de desigualdad territorial y ha posibilitado que también sea referente de una ley estatal que será registrada el próximo viernes 23 de febrero en el Congreso de los Diputados. Esta ley va a suponer que las personas transexuales han tardado 40 años en que la democracia llegue a ellos. «Hemos sido antes ciudadanía de clase B, y con esta ley seremos ciudadanos de clase A, y además de pleno derecho. España se va a convertir en un referente mundial con esta ley», concluyó Cambrollé.