Casi dos tercios de los trabajadores malagueños en situación de baja laboral que fueron citados el pasado año por la Unidad Médica de Valoración de Incapacidades (UMVI) de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía para la revisión de su caso terminaron reincorporados a su puesto de trabajo. Este departamento llamó en 2017 a un total de 12.414 trabajadores de la provincia al rebasar su tiempo de baja los criterios estándar que abarcan cada tipo de patología, y una vez superado un periodo de tiempo considerado como prudencial. Al recibir la citación de Salud, una parte decidió darse directamente de alta voluntaria con su propio médico de cabecera antes de acudir a la cita con la inspección (en concreto, 4.436 personas) mientras que otros 3.491 de entre los que sí asistieron finalmente a la UMVI fueron considerados como aptos para trabajar por el inspector médico que los examinó. Sumando ambos conceptos, el resultado es que el 63,8% de los trabajadores citados acabó volviendo al trabajo. El porcentaje supera al de anteriores ejercicios (en 2015 y en 2016 se movió entre el 52% y el 55%).

El director de la Inspección Provincial de Servicios Sanitarios en Málaga, Antonio del Corral, deja claro que estas reincorporaciones no implican que se trate de casos de fraude por parte del trabajador (cuya incidencia en las cifras es, en realidad, según comenta, bastante pequeña).

«Son casos en los que vemos que la situación por la que el trabajador había sido dado de baja por su médico ya no está justificada. Es cierto muchas veces entra el factor de la subjetividad. No son casos de blanco o negro, sino que se da una amplia gama de grises. En casos de dolencias osteomusculares o procesos mentales, por ejemplo, puede haber brotes o episodios de molestias que persisten pero, en todo caso, entendemos que la persona sí tiene ya la suficiente capacidad para volver a trabajar», explica Del Corral.

La mayoría de las bajas laborales que se cogen en Málaga obedecen a dolencias del aparato esquelético y muscular (columna, cervicales, hombro, rodilla y cadera con artrosis, lumbalgias y trastornos reumatológicos), afecciones respiratorias (catarros, gripe, bronquitis, etc) y trastornos digestivos (gastroenteritis y colitis, entre otras), según los datos de la UMVI.

Más afiliados, más bajas

Las cifras también reflejan que la tendencia de reactivación económica y de aumento del número de afiliados a la Seguridad Social consolidada en los últimos años se está traduciendo también en un subida de las cifras de bajas laborales. El ejercicio de 2017 registró así un total de 132.270 bajas, con un incremento del 5,7% respecto al año anterior, firmando así su cuarto año de subida. El volumen, no obstante, está todavía un 9,6% por debajo de las 145.000 que se registraron en 2010 o 2011, y es un 25% inferior a las que se contabilizan en los inicios de la crisis (en 2008 hubo 176.000).

El responsable de la Inspección Provincial dice que estas subidas del número de bajas son lógicas en un contexto de aumento del número de trabajadores (en 2017, la cifra de afiliados en Málaga subió en 28.486 personas,un 5,1% más), aunque reconoce que puede haber otros componente, más intangible, que explique este aumento.

«Quizá la relativa mejora del mercado laboral y del empleo puede hacer que trabajadores que antes no se atrevían a coger una baja y aguantaban ahora sí lo estén haciendo de forma más tranquila», opina.

De cualquier forma, el responsable de la UMVI señala que los niveles de absentismo siguen bastante por debajo de los de antes de la recesión. En el año 2008, la cifra de bajas en la provincia fue de más de 176.000. La prevalencia entre el conjunto de los trabajadores también se ha reducido. En aquel ejercicio, una media del 4,5% de los ocupados malagueños estaba de baja a finales de cada mes, un porcentaje que ahora se sitúa en el 2,64% (algunas décimas por encima de los últimos ejercicios).

La capital, zona con más bajas

Los datos de 2017 revelan que, de media, alrededor de uno de cada cinco trabajadores de la provincia de Málaga (un 21,4%) estuvieron de baja durante algún momento del año. Málaga capital, con unas 66.289 bajas, y el distrito Costa del Sol, con 40.254, fueron las zonas geográficas con mayor volumen, en consonancia con su nivel de población. Le siguieron la comarca del Guadalhorce (10.369), Axarquía (7.517), Norte (5.386) y la Serranía de Ronda (2.453).

La duración de las bajas laborales también aparece mucho más contenida: hace diez años la media en Málaga certificada por Salud era de 55 días mientras que a finales de 2017 se ha situado en 32 días. La mayoría de las bajas no dura más de un mes.

El caso de Málaga capital es algo peculiar dentro del contexto de la provincia ya que el nivel de incidencia es superior al de la media (el 27% de los trabajadores se han cogido alguna baja a lo largo del año) pero a la vez presenta una menor duración media (28,9 días).

«La capital, con su mayor peso económico, es la zona de la provincia donde hay más procesos de baja y mayor incidencia entre el total de trabajadores, pero son procesos por lo general muy cortos», apunta. En las zonas más rurales del interior (Ronda, Antequera y Axarquía), las bajas presentan una duración media de 45 días.

La Unidad Médica de Valoración de Incapacidades también recibió en 2017 un total de 8.795 propuestas de alta para trabajadores por parte de las mutuas de trabajo, un 33% más que en el anterior ejercicio. En este caso, Salud decide con los informes que le son remitidos. Aproximadamente el 90% acabó finalmente en el alta del trabajador, bien porque el informe era convincente o porque a través de una posterior citación en la UMVI se comprobó que estas personas podían reincorporarse.