A solo un kilómetro de la ampliación del PTA, el Cortijo del Conde recibe servicios casi parecidos a los que tenía hace treinta años. Los únicos lujos son los autobuses del colegio y del instituto, además de unos recientes buzones de Correos.

Todo, conseguido gracias a la insistencia de los vecinos, porque como destaca Remedios Muriano, a la hora de pagar la contribución, el Ayuntamiento no pone pegas, pero si se trata de recibir servicios, «hay que hacer estas protestas».

El pasado jueves, un grupo de vecinos del Cortijo del Conde de todas las edades se echó a la calle para reclamar la llegada de la línea 28 de la EMT, la línea circular que une Santa Águeda, Campanillas y Los Gámez ,ya casi en el término de Almogía, por la Carretera de La Fresneda.

Sin embargo, como destaca Andrés Ruiz, vecino del Cortijo del Conde, «la parada está a unos tres kilómetros y medio», por eso quieren que, al igual que pueden entrar autobuses escolares, lo haga la EMT.

«El Ayuntamiento dice que la línea 28 no es rentable, pero si da un buen servicio, la gente lo va a coger», argumenta Carmela Fernández, presidenta vecinal de Campanillas, que recuerda que la línea recorre de norte a sur el distrito y cuenta con un solo autobús, «y además muy viejo, por eso pedimos que, al menos, pongan dos».

A su lado está una joven vecina del diseminado, Andrea Luque, de 16 años, que cuenta que sale a Campanillas, «si encuentro algún vecino que me recoja en coche, porque a la parada hay media hora andando y no me dejan».

Algo parecido comenta Cristina Ruiz, de 17 años, que también depende de los coches de otros vecinos o el de una hermana. «Por la carretera no puedo andar porque es peligroso, es muy estrecha, no hay luces y no se puede ir por ahí».

También habla Antonio Montero, de 23 años, que destaca que no se trata sólo de ir por entretenimiento a Campanillas o a Málaga, sino que también se hace necesario por trabajo.

Y algo que también reclaman los vecinos es la recogida de basura, pues en la actualidad tienen que acudir a la Carretera de la Fresneda a buscar un contenedor, y se da el caso de Andrés Ruiz, que cuenta que «a veces se junta mucha basura y tengo que enganchar un remolque porque hay mucha gente mayor que no puede llegar a la carretera».

Con respecto a este problema, el concejal socialista Sergio Brenes, que visitó a los vecinos, recuerda que «en 2006, Limasa decidió quitar los controladores de residuos a la entrada de los carriles de diseminados». El concejal reclama la recogida de basura y con respecto a la necesidad de la línea 28, informa de que la EMT estudia implantar en estudio paradas inteligentes, de modo que, pulsando un botón, el conductor sepa si hay viajeros o no. A su juicio, esa podría ser la solución.

Respuesta de la EMT

El gerente de la EMT, Miguel Ruiz, confirmó el viernes que el Cortijo del Conde tendrá este sistema en estudio, en cuanto termine de desarrollarse y que permite avisar al autobús de que hay un cliente en la parada, bien con una aplicación de smartphone o con un botón en la misma parada. Un «sistema a demanda» que, como explicó a La Opinión, evitará que la línea 28 haga todo el recorrido si no hay clientes, pues se trata, comentó, «de una de las líneas con menos ocupación: un 15%».

Andrés RuizRecogida de basura

«A veces se junta mucha basura y tengo que enganchar un remolque porque hay mucha gente mayor que no puede llegar a la carretera».

Remedios MurianoAbandono municipal

«Al alcalde le pediría que se preocupara más por los diseminados, que nos tiene dejados. Para recibir servicios hay que hacer estas protestas».

Andrea LuqueMedia hora andando

«Salgo a Campanillas si encuentro algún vecino que me recoja en coche, porque a la parada hay media hora andando y no me dejan».

Cristina RuizPeligrosidad

«Para ir Campanillas tengo que depender de algún vecino o de mi hermana. Por la carretera no puedo andar porque es peligroso».

Antonio MonteroProblemas para ir al trabajo

«La gente no solo necesita el autobús para ir a divertirse, también para ir al trabajo y no todo el mundo puede comprarse un coche».