El resultado se sabía de antemano pues las posiciones de los grupos eran las mismas que en discusiones anteriores. No había novedades, salvo el pronunciamiento de Icomos, la entidad asesora de la Unesco, que proponía que se renunciara al proyecto por considerar su impacto «irreversible», pero los partidarios y contrarios al proyecto de un hotel de lujo en el puerto decidieron llevar la discusión otra vez al pleno y éste volvió a decir lo que ya dijo las dos veces anteriores: apoyo mayoritario al proyecto. Lo refrendó con los votos a favor del PP, PSOE y Ciudadanos y en contra de Málaga Ahora, Málaga para la Gente y el edil no adscrito.

Por su parte, de la iniciativa de Málaga para la Gente, contraria al proyecto, salió adelante que en caso de que se continúe con el mismo se garantice mayor transparencia, información y participación; además de que establezcan garantías extraordinarias a los promotores en caso de daños y perjuicios ocasionados por la ejecución inadecuada del proyecto.

El viceportavoz de Ciudadanos, Alejandro Carballo, aclaraba que es «conveniente recalcar tras los últimos acontecimientos» el apoyo al futuro hotel del puerto, que es un proyecto «positivo».

«Ciudadanos lo apoya por que es bueno para Málaga», enumerando lo que, a su juicio, son beneficios que traerá este proyecto, como contribuir a ser puerto base de cruceros o generar marca de Málaga, entre otros. Por su parte, el portavoz de Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, dijo que «a pesar del apoyo de las instituciones y de la mayoría del pleno, lo cierto es que cada vez se quedan más solos en el debate social». «El debate no es hotel sí o no, es dónde se ubica», y le recordó al alcalde que no sería bueno que «pase a la historia como el alcalde que apagó La Farola».

La visión más gráfica la puso Ysabel Torralbo, de Málaga Ahora.«El edificio vulnera el patrimonio visual, es un auténtico falo del capitalismo», dijo.