Las estadísticas del mercado inmobiliario continúan señalando a Málaga como uno de los grandes baluartes de la progresiva recuperación del sector en España. En 2017, la provincia registró un total de 30.300 compraventas, según los últimos datos publicados por el Colegio de Registradores, un volumen que supera en un 14,6% al del año anterior y que la ratifica como la segunda provincia española con mayor número relativo de operaciones en relación a su nivel de población. Los extranjeros adquirieron casi el 30% de esas viviendas, un porcentaje que también sitúa a Málaga entre las más atractivas para el comprador foráneo tras Alicante, Tenerife (en ambas la cuota de compras foráneas supera el 40%) y Girona (30,8%).

Málaga arroja en ese plazo un índice de 18,39 ventas por cada mil habitantes, dato sólo superado ligeramente por Alicante (18,75) y superior a los de Girona (13,93) y Baleares (13,81), que son las que completan las primeras posiciones del ranking nacional por provincias (todas ellas costeras y de claro perfil turístico). En los tres años precedentes (de 2014 a 2016), Málaga venía ostentando la primera posición, aunque el hecho de que haya sido ahora superada por Alicante (una provincia donde el peso del turismo residencial es, al igual que en la malagueña, muy significativo) no resta en absoluto valor al gran ritmo de compraventas. El índice malagueño casi duplica además la media española, que es de 8,6 operaciones por cada mil habitantes.

En cifras absolutas, Málaga fue en 2017 la cuarta provincia de España en número de compraventas con 26.436, por detrás de Madrid (69.966), Barcelona (53.773) y Alicante (34.631) y por delante de Valencia (26.437), Baleares (15.799), Sevilla (14.663), Murcia (13.386), Las Palmas (11.682) y Tenerife (11.604). En el conjunto de España se registraron el pasado año un total de 464.223 compraventas, con una subida del 14,9% sobre 2016. Los datos de transacciones, tanto a nivel nacional como en el caso de Málaga, son los más altos desde 2008.

La vivienda de segunda mano, entre las que se contabilizan las que son propiedad de los bancos, acaparó el 81,5% de las ventas en Málaga (en España fue un 82,6%), debido a que la oferta de producto nuevo sigue siendo escasa. Todavía se está a la espera de que las nuevas promociones que desde finales de 2014 se empezaron a construir en la provincia (fundamentalmente en la capital y en la Costa del Sol occidental) vayan llegando al mercado. Eso sí, el segmento de vivienda nueva presenta ya incrementos, con un sensible 22,4% de alza en relación al año anterior. Las ventas de casas de segunda mano suben por su parte un 12,9%.

Los datos del Colegio también ratifican que el comprador foráneo continúa siendo actualmente una actor fundamental para el sector, debido sobre todo al atractivo que ejerce la Costa del Sol entre el segmento del turismo residencial. En 2016, los extranjeros compraron casi 9.000 viviendas en Málaga, lo que supone el 29,6% del total de las operaciones. El porcentaje es algo inferior al de otros años (entre 2014 y 2016 se movió en torno al 34%) por la progresiva vuelta el mercado del comprador nacional, pero sigue evidenciando el tirón de la provincia para los foráneos que desean tener una vivienda en zona costera para las vacaciones o para pasar en ella diversas temporadas al año.

El Colegio de Registradores constata que Málaga, junto a Alicante, Tenerife, Baleares y Girona, conforman el grupo de cinco provincias que viene encabezando durante los últimos años las compra de vivienda por extranjeros durante los últimos años, confirmando el mayor tirón de las provincias isleñas y mediterráneas sobre estos clientes.

Un mercado creciente

El presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), Emilio López Caparrós, afirmó hace unos días que el mercado «está llegando de nuevo a una actividad normal», pero advirtió de que esta reactivación, de momento, sólo se percibe de forma clara en Málaga capital y la Costa del Sol Occidental. «La costa oriental también está mejorando ya algo pero el interior sigue muy parado», apuntó. López Caparrós dijo que el cliente se está lanzando ya de nuevo a la compra y que los bancos han abierto más el grifo del crédito, lo que en conjunto está propiciando una subida «suave» de precios. Para 2018, la tónica de operaciones en el mercado, a su juicio, seguirá al alza.

Por su parte, el propio Colegio de Registradores calificó de «excelente» la evolución de la demanda de vivienda en el último año y advirtió de que crecimientos a mayor ritmo de los actuales tampoco sería positivos, ya que podrían traer aparejadas subidas de precios intensas que provocaran «nuevos efectos de expulsión sobre una capa importante de la demanda, generando la correspondiente contracción por lo que respecta al volumen de actividad».

«Debemos alejarnos de los paralelismos con respecto al anterior ciclo alcista. Los factores fundamentales del crecimiento en aquel ciclo son claramente distintos a los actuales», señala el Colegio, que alude en concreto a dos de ellos: población y salarios. «El ritmo de crecimiento de población en el anterior ciclo alcista, especialmente extranjera, nada tiene que ver con la situación actual, caracterizada por un estancamiento del número de habitantes. Con respecto a los salarios, las cifras constatan una realidad de sueldos bajos.

«Una cosa es el incremento del número de trabajadores, que sin duda genera efectos positivos sobre el mercado inmobiliario, y otra muy distinta que dichos trabajadores mejores su capacidad adquisitiva, aspecto que no se ha producido», afirman los registradores.