El Grupo Municipal de Ciudadanos preguntó en noviembre de 2011 a la concejala de Movilidad, Elvira Maeso, si tenía intención de implantar carriles moto en la ciudad, siguiendo el ejemplo que se ha llevado a cabo en la ciudad gallega de Vigo, donde han supuesto una mejora considerable de la fluidez del tráfico y han aumentado la seguridad vial. Sin embargo, la edil ha contestado que no se contempla esta medida para Málaga.

También descarta la concejala, tal y como le planteó Ciudadanos, permitir que las motos circulen por los carriles bus y taxi. Lo que sí señala la edil, tras otra pregunta de la formación naranja, es que «continuamente se está ampliando el número de aparcamientos para motocicletas y ciclomotores, y, por supuesto, está previsto seguir con su ampliación en función de la demanda». Asimismo, informa de que, en junio de 2017, había 5.618 plazas para motocicletas, aunque la edil remite a Gestrisam para que conteste acerca del parque móvil de motos y ciclomotores, tanto de gasolina como eléctricos.

En su pregunta, los ediles naranjas reflexionaban en los siguientes términos: «El transporte de dos ruedas siempre es considerado como un aliado en pro de la movilidad. En este sentido, este grupo se ha fijado en la apuesta realizada por la ciudad de Vigo, en la que se han multiplicado los aparcamientos para motos, se les permite utilizar los carriles bus y taxi e, incluso, se ha ido más allá y se ha implementado un carril exclusivo para motos».

La formación de Ciudadanos señala que sus iniciativas serían de gran utilidad, por ejemplo, «en los semáforos para colocarse en primera fila». «El carril moto entendemos que también puede suponer una mejora para la seguridad vial de los usuarios», aclaran en la pregunta los concejales de Cs, quienes cuestionaban así a Maeso debido al elevado parque móvil de motocicletas, según estiman, que existe en la capital de la Costa del Sol y tras constatar las iniciativas llevadas a cabo tanto en Vigo como en otras ciudades españolas con cierto grado de éxito.

El colectivo motero lleva años reivindicando medidas de seguridad en las carreteras, al ser uno de los más afectados por la siniestralidad sobre el asfalto. Además, esta medida favorecería a la fluidez de la circulación en la capital, ahora muy afectada por las obras en pleno corazón de la urbe. El número de fallecidos en 2015 por accidentes de motocicletas o ciclomotores fue de diez, mientras que en 2014 hubo cinco, lo que significa que se duplicó esta trágica cifra. Años antes, la mortalidad entre los moteros se había reducido mucho precisamente porque la Dirección General de Tráfico detectó esa tendencia al alza a mediados de la pasada década e hizo planes específicos de motos para reducirlos. Los resultados más espectaculares de estas medidas se dieron en 2010, cuando se redujo la siniestralidad de estos vehículos en torno a un 60%, pero todo volvió a cambiar hace dos años. De las 26 personas que murieron en las carreteras interurbanas de la provincia durante 2015, diez conducían un coche de dos ruedas y seis iban al volante de un turismo.