­La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) se constituyó formalmente el 9 de septiembre de 1977, fruto del consenso alcanzado entre los sectores económicos más significativos de la provincia de Málaga. El origen se remonta a la FEM (Federación Empresarial Malagueña), constituida unos meses antes por un grupo de empresarios locales y que, al amparo de la Ley por lo que se regulaba el derecho de asociación sindical dio lugar a la Confederación. Su sede inicial, en la que estuvo durante 22 años, estaba en la calle Puerta del Mar, para después trasladarse a sus actuales dependencias de la calle San Lorenzo. El primer presidente de la CEM fue el recordado Manuel Martín Almendro (fallecido en 1989), un activo y sagaz empresario que se movía en sectores como el de la automoción (llevaba el concesionario de Seat) y que también fue el artífice en 1975 de la implantación del primer hipermercado de Málaga en los antiguos terrenos de la finca del Pato, (el actual Carrefour Los Patios).

La CEM, que engloba a 103 organizaciones empresariales y tiene más de 45.000 pymes y autónomos afiliados, participó aquel año de manera activa en la puesta en marcha de la patronal nacional CEOE y posteriormente se integró también en Cepyme (colectivo de pequeñas y medianas empresas). En 1978, los empresarios malagueños lideraron además el movimiento organizativo que culminó con la fundación de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Martín Almendro, de hecho, fue el primer presidente de la patronal andaluza.

A Martín Almendro le sucedió en 1982 al frente de la CEM el empresario Alfonso Sánchez Pinilla, propietario de la empresa textil Punto Industrial de Alhaurín de la Torre, creada en los años 60 y que sobrevivió hasta 1983. Sánchez Pinilla presidió la Confederación de Empresarios entre 1980 y 1982 y siguió profundizando en el diálogo con las centrales sindicales y las instituciones y definiendo los objetivos de la organización. Los fines fundamentales de la CEM, según detallan los propios empresarios, son «fomentar y defender el sistema de libre iniciativa y la economía de mercado; ayudar y promover el desarrollo económico y social; servir de órgano de reunión y coordinación de las asociaciones, federaciones y empresas, fomentando el espíritu de solidaridad entre sus miembros; cooperar con las administraciones y las organizaciones representativas de las restantes fuerzas sociales, en orden a conseguir el deseable crecimiento económico, en un entorno de paz social y el logro de una adecuada calidad de vida». La CEM ha trabajado también por «el cambio en la percepción social de la figura del empresario como generador de riqueza y empleo».

Tras Sánchez Pinilla llegó a la presidencia de la CEM Juan Jiménez Aguilar, que trabajó mucho el ámbito de las relaciones laborales. Estuvo poco tiempo en el cargo (un año), ya que fue nombrado presidente de Cepyme y posteriormente secretario general de la CEOE, siendo la mano derecha del presidente José María Cuevas durante 24 años. Jiménez Aguilar es uno de esos notables que ayudó a modernizar la patronal española y a encauzar el diálogo con los sindicatos en una época de enorme conflictividad social. Su actividad empresarial pasó por la dirección de la empresa de cerámica de construcción Anza o la apertura de un bufete de abogados, aunque es más conocido por su papel representativo. Prueba de ello es su participación en los famosos Pactos de la Moncloa de 1977 y en numerosos hitos de concertación social.

En 1983 llega a la presidencia de la CEM José María Flores, propietario de las bodegas del mismo nombre y con actividades también en la construcción. Estuvo en el cargo hasta 1994, tiempo en el que realizó una gran labor con sindicatos e instituciones. Como anécdota, comentar que tenía una gran amistad con el alcalde socialista de Málaga Pedro Aparicio, y llegó con él a un gran número de acuerdos.

A partir de1994 la CEM estuvo presidida por Vicente García, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la UMA y con presencia en el ámbito empresarial del metal. Con García se introdujeron conceptos novedosos como la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). De momento, su mandato ha sido el más largo de la historia de la CEM: estuvo al frente durante 17 años.

En 2011 llegó a la presidencia Javier González de Lara tras una larga etapa como secretario general y vicepresidente ejecutivo. Propietario de la firma Málaga Visión, la provincia ha vuelto a contar también tras más de 30 años con la presidencia de la patronal andaluza CEA, que ostenta desde 2014.

La CEM ha recibido numerosas distinciones en sus 40 años de vida. Entre las más significativas figuran el Premio del Día de Andalucía de Málaga 2008 y el Reconocimiento como Agente Económico y Social de la Provincia Asimismo, en 2014 recibió de la Diputación la Medalla de Oro de la provincia «por su contribución a unir y dinamizar el sector, la promoción del desarrollo económico y como reconocimiento a todo el tejido empresarial malagueño».