La Virgen de la Victoria, San Ciriaco y Santa Paula, San Luis de Tolosa (su festividad coincide con la entrada de los Reyes Católicos en Málaga) y también, Santa Teresa de Jesús (1515-1582).

El profesor de la UMA, economista, exconcejal e investigador Rafael Esteve Secall (Málaga, 1948) acaba de concluir un trabajo sobre las relaciones de Santa Teresa de Ávila y Málaga, que además, hace justo cuatro siglos, el sábado 24 de febrero de 1618, fue nombrada patrona y abogada de la ciudad, un dato que desconoce la mayoría de malagueños y con el que el profesor se topó por casualidad, cuando estaba en la junta directiva de la Archicofradía de La Esperanza.

«El Cuerpo de Intendencia es hermano mayor de La Esperanza, se cumplían entonces 75 años de ese aniversario y como la patrona de Intendencia es Santa Teresa, al pensar en un obsequio, se me enciende una lucecita y recuerdo un grabado de Santa Teresa con el escudo de Málaga...», comenta Rafael Esteve.

El redescubrimiento de este grabado del XVII y el trabajo pionero del profesor Manuel Burgos Madroñero han sido los puntos de partida de tres años de trabajo que han dado lugar a Teresa de Jesús, su estirpe en el Reino de Granada y Málaga. Sus patronazgos, que el escritor quiere publicar en breve.

Aunque la obra todavía no ha salido a la luz, Rafael Esteve sí confirma que aporta «relaciones efectivas de la familia de Santa Teresa de Jesús» con Málaga, y más de un dato sorprendente que puede trastocar la biografía de la mística española.

El capítulo 9 lo dedica a contar cómo Santa Teresa se convirtió en patrona y abogada de Málaga y aquí el investigador se explaya con motivo de haberse celebrado hace unos días el cuarto centenario de la proclamación.

Lo más llamativo, resalta, es que, lejos de tratarse de una iniciativa local, formó parte de una pugna «entre los Austrias y la Santa Sede».

«Los carmelitas descalzos (surgidos tras la reforma de Santa Teresa y San Juan de la Cruz) ya fueron una gran apuesta de Felipe II para promover la reforma de la Iglesia», apunta el escritor.

Y ya en tiempos de su hijo, Felipe III, «el rey apoyaba a Santa Teresa, al haberse acabado la conquista en España, el patronazgo de Santiago había perdido sentido, al tiempo que venía la crisis económica. En esa mentalidad, digamos mesiánica de España como la nueva Israel y Madrid como la nueva Jerusalén, se trató de buscar un patronazgo más acorde a los nuevos valores y pensaron en Teresa de Jesús».

El objetivo de Felipe III era pues convertir a la religiosa en patrona de España, al igual que Santiago Apóstol. En la época de esa iniciativa regia, Teresa de Jesús acababa de ser beatificada (1614) pero faltaban unos años para que fuera canonizada (no lo fue hasta 1622). «El rey se dirige a las cortes en 1617, que lo aprueban, pero en vez de dirigirse a Roma, entiende que es un asunto político y le pide a los carmelitas que vayan por España pidiendo que se declare patrona de las ciudades y villas a Teresa de Jesús, para que cuando todo esté hecho, sea patrona de España».

De que la iniciativa llegara a buen puerto en Málaga se encargó el prior de los carmelitas descalzos del Convento de San Andrés, en El Perchel, fray Francisco de la Concepción, quien en un encuentro con el cabildo municipal, a comienzos de febrero de 1618, « suplica a la Ciudad se sirva jurar y votar por tal Patrona a la Santa» (el religioso la considera santa pese a que todavía no había sido canonizada).

El fraile presentó a su vez una carta en nombre del general de la orden religiosa, para reforzar la petición.

Tanto el cabildo municipal como el eclesiástico dieron el visto bueno a la petición y se acordó que tuviese lugar ese mismo mes, el sábado 24 de febrero de 1618, festividad de San Matías, durante una misa en el convento carmelita del Perchel. Se trató, destaca Rafael Esteve, de un acto organizado de forma conjunta por los dos poderes. En el convento de San Andrés se dieron cita el obispo, regidores, jurados, escribanos, militares, oficiales, ministros, el deán, que ofició la misa, «y toda la ciudad junta y congregada en la citada Iglesia». Las autoridades civiles fueron diciendo «de viva voz» que recibían a Santa Teresa como patrona y abogada de Málaga.

También se acordó, con motivo de esta celebración, que en el cabildo municipal, en la plaza mayor, hoy de la Constitución, «se pongan luminarias y haya barriles y cohetes con música de ministriles, pregonándose que en la ciudad todos los vecinos las pongan en las ventanas, con penas de 400 maravedíes».

Además, se decidió celebrar «el día de la santa» el 5 de octubre, con una misa y sermón en el convento del Perchel y además, «en regocijo y alegría haya en la plaza (mayor) fiestas de toros y juego de cañas».

La diligencia de Málaga fue tanta, que se adelantó a la petición del rey, de agosto de ese año, en la que solicitaba que fuera recibida como patrona nacional «después del Apóstol Santiago».

La futura santa había sido nombrada patrona y abogada de Málaga, un reconocimiento que en la provincia también siguieron Vélez y Antequera, pero no logró el objetivo regio de ser nombrada copatrona de España: la iniciativa se paralizó ese mismo año, en septiembre, por la oposición de los partidarios del Apóstol Santiago, empezando por la Diócesis de Santiago de Compostela, «y porque muchos obispos decían que cómo iban a hacerla patrona si todavía no era santa siquiera, aunque se habían dado casos de beatos hechos patronos de sitios», relata el investigador malagueño.

Rafael Esteve comenta que a lo largo de la historia ha habido «cinco intentos» para nombrar a Santa Teresa patrona de España, todos fallidos, incluidas las gestiones de las famosas Cortes de Cádiz, en plena invasión francesa y también en tiempos de Franco.

El profesor malagueño concluye que «Santa Teresa ha sido manipulada políticamente siempre, pese a que era una mujer excepcional».

La oposición a que el Apóstol Santiago perdiera fuerza y también los orígenes judeoconversos de la santa han sido algunos de los factores que contribuyeron a que no cuajara este patronazgo.

Eso sí, desde hace cuatro siglos es la desconocida patrona de Málaga.