El concejal del Área de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento de Málaga, Raúl Jiménez, ha informado este lunes de un estudio relacionado con la aparición de toallitas en las playas de Málaga y del que se desprende, entre ortos, que las toallitas aparecidas en la playa de la Misericordia no provienen de averías en el saneamiento de la ciudad.

Jiménez ha presentado a los miembros del consejo de administración de la empresa municipal de abastecimiento y saneamiento de agua, Emasa, el informe elaborado por la empresa de estudios geológicos marinos (Esgemar), con la colaboración del Grupo de Oceanografía Física de la UMA sobre la dinámica litoral del tramo de costa entre los ríos Guadalhorce y Guadalmedina, con el fin de averiguar la procedencia de las toallitas que aparecen esporádicamente en la playa de La Misericordia sin que existan condiciones meteorológicas que lo justifiquen.

Jiménez ha indicado que este estudio se enmarca en lo que podría denominarse como "guerra a las toallitas" emprendida por el Ayuntamiento de Málaga, debido al importante perjuicio que genera su presencia en las instalaciones de bombeo de la red de saneamiento y, en general, a la riqueza marina.

Así, la detección de este tipo de desechos en las playas cada cierto tiempo ha llevado a Emasa a querer averiguar cuál es su origen a fin de confirmar la eficacia de las inversiones que está realizando en este equipamiento, ha explicado el Ayuntamiento a través de un comunicado.

Según las conclusiones obtenidas por los expertos, estos desechos no proceden de los aliviaderos que tiene la red de saneamiento de la ciudad desde la desembocadura del río Guadalhorce hasta el puerto, sino que se concentran en el fondo marino, desde donde llegan a la costa cuando se dan condiciones propicias de oleaje y viento.

Esos residuos han sido depositados en el fondo por aportes históricos en momentos de lluvia y no proceden de vertidos que se estén produciendo por una deficiente gestión de las aguas residuales en la actualidad.

Así, el material se acumula en forma de remolino submarino en las inmediaciones de los emisarios de Órfila y Sacaba. Los residuos que se encuentran en La Misericordia provienen de distinto origen, dependiendo de su proximidad a alguno de estos dos puntos.

De igual modo, según señala el estudio, el oleaje observado en la zona en la segunda mitad de diciembre de 2017, típicamente asociado a un mar de fondo debido a la ausencia de viento, es capaz de resuspender el detrito (toallitas) presente en el fondo y dejarlo disponible para ser advectado hacia la playa por el régimen de corriente local.

Los expertos consideran que esto explicaría la aparición generalizada de toallitas en la playa de la Misericordia en condiciones de ausencia de eventos anteriores de lluvia, igual que en los eventos de abril de 2017, pero también de viento y del correspondiente oleaje local, tal y como ha ocurrido en diciembre.

Superordenador Picasso

Por otro lado, han detallado que para realizar el análisis de los patrones de dispersión de residuos sólidos encontrados en la playa de la Misericordia, los autores del estudio han empleado un modelo hidrodinámico de anidamiento triple, con un primer modelo de escala regional que incluye el Golfo de Cádiz, Estrecho de Gibraltar y la cuenca del Mar de Alborán.

También un segundo modelo intermedio que incluye desde Punta de Calaburras en Fuengirola hasta puerto de Motril y un modelo local de alta resolución que incluye la bahía de Málaga, desde Torremolinos hasta la Malagueta y una resolución que se incrementa progresivamente desde celdas de mar de 2000 metros de lado y grosores de celda de cinco metros para el primer modelo regional hasta los 80 metros de lado y un metro de grosor en la zona de estudio, que es la de mayor resolución.

Los investigadores han calibrado el modelo mediante la realización de una batimetría y el estudio de corrientes de la zona de interés. Dicho modelo se ha ejecutado durante varias semanas en el Centro de Supercomputación y Bioinnovación de la Universidad de Málaga, en el superordenador Picasso, utilizándose para su cálculo 150 CPUs (Unidades de Procesamiento Central).

El Picasso es el único superordenador existente en Andalucía y uno de los ocho que hay en todo el territorio español, que permite hacer cálculos que podrían ocupar semanas, meses o años en un ordenador doméstico en cuestión de minutos, horas o días.

Inversiones para el control de las toallitas

Por otro lado, Jiménez ha recordado que en la actualidad, el Ayuntamiento de Málaga, por medio de la empresa municipal de aguas, Emasa, licita las obras necesarias para reducir el impacto de las toallitas en la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) Guadalhorce.

Esta actuación, que ha salido a concurso con un presupuesto de 700.000 euros, pretende aumentar la capacidad de tratamiento en la entrada a la EDAR Guadalhorce, lo que permitirá la retirada de mayor cantidad de sólidos en este punto, disminuyendo la salida de estos sólidos en cabecera de planta.

Las obras se desarrollarán en el edificio de pretratamiento de la EDAR Guadalhorce para alojar cinco nuevos canales de tamizado lo que duplicará su capacidad de tratamiento.

Campaña de concienciación

Por otro lado, también el concejal de Sostenibilidad Medioambiental ha recordado el trabajo que el Ayuntamiento para lograr la concienciación ciudadana sobre la importancia de no arrojar estos desechos por el inodoro.

En esa línea, Emasa renovó el año pasado la colaboración municipal con el Aula del Mar para la realización de la décima edición de la campaña de sensibilización ambiental 'Yo sí cuido el agua', durante el curso escolar 2017/2018. Esta concienciación es prioritaria para lograr el uso responsable de los desagües domésticos y así optimizar la correcta depuración de las aguas residuales de nuestra área metropolitana.

Según los datos registrados por Emasa, en el año 2016 se retiraron de la red de saneamiento un total de 4.122 toneladas de residuos sólidos, de los que un 67 por ciento llegaron a las depuradoras.

Durante el primer cuatrimestre de 2017, las EDAR de la capital recibieron el 54 por ciento de las 2.002 toneladas de sólidos extraídas de la red de saneamiento. Tanto en 2016 como en el cómputo de este 2017, el 92 por ciento de los residuos sólidos que se retiraron de las depuradoras contenían toallitas higiénicas.