­La Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) conmemoró este martes su 40 aniversario en un emotivo acto en el que se repasó su contribución a la construcción y el mantenimiento de la paz social (un instrumento calificado por la patronal como la principal «infraestructura de un territorio») y donde se quiso también distinguir a las diferentes instituciones y agentes sociales que durante todos estos años han trabajado por el desarrollo de la provincia. El presidente de la CEM, Javier González de Lara, explicó que la efeméride no pretendía recordar sólo el papel de los empresarios sino convertirse en «un reconocimiento a la sociedad malagueña» y por ello se entregaron distinciones a los sindicatos CCOO y UGT, la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Málaga, la Cámara de Comercio, la Universidad y la Diputación. Además, hubo un sentido homenaje a los anteriores presidentes y secretarios generales que la CEM ha tenido desde 1977.

El acto congregó a un gran número de representantes políticos, institucionales y económicos, entre los que figuraban el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo; el subdelegado del Gobierno, Miguel Briones; la diputada del PP y exregidora malagueña Celia Villalobos; el presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla; el presidente de la Fundación Unicaja, Sergio Corral; el presidente de la Cámara de Comercio, Jerónimo Pérez Casero; el rector de la Universidad, José Ángel Narváez; la exrectora y exconsejera de Educación, Adelaida de la Calle; la vicepresidenta de la Diputación, Ana Mata; el secretario general de CCOO de Málaga, Fernando Muñoz, y el integrante de la gestora de UGT Málaga Antonio Vázquez. Acudió también el presidente de la patronal nacional Cepyme, Antonio Garamendi.

«Celebramos 40 años, cuatro décadas de esfuerzo, tenacidad, trabajo, constancia y de aciertos y errores que seguro hemos cometido», afirmó González de Lara, que también preside la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). Apuntó que el empresariado trabaja «por un bien común: más empresas y más empleo», aún reconociendo que queda «mucho por delante». «Tenemos que ser conscientes de nuestro papel de liderazgo social; el empresario tiene que ser corresponsable de la sociedad en la que vive, no puede estar al margen sino dentro», explicó.

El máximo responsable de la CEM, que engloba a 102 organizaciones empresariales y tiene más de 45.000 pymes y autónomos afiliados, dijo que la organización debe ser «fiel» a tres principios que consideró básicos: la unidad, la lealtad y el rigor. «Esta organización ha sido capaz de mantenerse 40 años unida y eso es muy complejo», dijo, recordando que se han vivido en estas décadas circunstancias «de todo tipo, sociales y económicas que hubieran fracturado la organización pero se ha mantenido una misma singladura».

González de Lara destacó la independencia de la organización («nunca hemos tenido ataduras políticas ni nos hemos plegado a intereses ocultos») y su papel «proactivo», porque «huimos de demagogias y resignación». También resaltó el cambio de la imagen del empresario ante la sociedad. «Ha estado muy tergiversada y ahora ya se le ve como un generador de riqueza y empleo», afirmó.

Sobre las centrales sindicales CCOO y UGT, recordó que «en unos años difíciles, cuando se fundó la organización, fueron interlocutores y a base del conflicto, de la huelga, de las dificultades, se construyó el diálogo y la principal infraestructura de un territorio: la paz social». «Nunca hemos tenido rencores. Hemos sabido gestionar el conflicto», apuntó, reiterando que para que las inversiones lleguen a un territorio lo fundamental es «que haya paz social».

Uno de los momentos más emotivos del acto llegó con el sentido homenaje que se tributó a los anteriores presidentes que ha tenido la CEM: Manuel Martín Almendro (1977-1980), Alfonso Sánchez Pinilla (1980-1982), Juan Jiménez Aguilar (1982-1983), José María Flores (1983-1994) y Vicente García (1997-2011). Martín Almendro, fallecido en 1989, y Vicente García, que no pudo asistir por motivos de salud, estuvieron representados por sus hijos (Pedro y Vicente respectivamente) en la recogida de las distinciones. También se homenajeó a los ex secretarios generales Antonio Carrillo y al fallecido Javier Ciézar, cuyo reconocimiento fue recibido por su viuda, María Victoria Osuna.

La CEM recibió elogios unánimes de los representantes políticos e institucionales que acudieron al acto de su 40 aniversario. En primer lugar de los sindicatos, sus interlocutores naturales en la concertación social. El secretario general de CCOO en Málaga, Fernando Muñoz, dijo que España le debe mucho a los empresarios y sindicatos porque «hemos cogobernado a través del diálogo social» y pidió a la patronal que ese diálogo continúe ahora para restañar las heridas que deja la crisis: el paro y los contratos precarios. Por su parte, el integrante de la gestora de UGT Málaga Antonio Vázquez reclamó a los empresarios acercar posturas para llegar a acuerdos en materia laboral. «Hay piedras en el camino pero el futuro dependerá de si levantamos con ellas muros o construimos puentes», apuntó.

El presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, consideró «fundamental» su papel para la economía y animó al empresariado «a seguir avanzando y creando empleo con el objetivo de que Andalucía esté en la media de las comunidades autónomas más prósperas». El alcalde de Málaga capital, Francisco de la Torre, hizo hincapié en el «papel esencial» de los empresarios y destacó la «importancia de educar en el emprendimiento y ser proactivos en tener un buen clima de entendimiento».

El delegado de la Junta en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, dijo que el avance de la CEM ha ido aparejado al crecimiento económico y destacó el diálogo social, «que ha permitido este ciclo de estabilidad en Andalucía y en Málaga». Por la Universidad, su rector, José Ángel Narváez, se comprometió a seguir colaborando con la CEM para «inventar el futuro y ayudar a nuestros jóvenes».

El presidente de la Cámara de Comercio, Jerónimo Pérez Casero, agradeció la distinción de la Confederación de Empresarios y recordó que las dos instituciones tienen como objetivo común «el bienestar y desarrollo de las empresas».

La vicepresidenta de la Diputación, Ana Mata, felicitó especialmente a las empresarias y emprendedoras, recordando que «como ocurre en todos los ámbitos, las mujeres nos encontramos más barreras que los hombres, algunas visibles y otras invisibles». También dijo que las administraciones públicas tiene que trabajar más para no ser nunca «un estorbo o una carga» para los emprendedores, «como a veces ha ocurrido».

Finalmente, el presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, destacó la proyección que ha tenido la CEM en Andalucía y en España. De hecho, Martín Almendro fue el primer presidente de la patronal andaluza CEA y Antonio Carrillo el secretario general mientras que Juan Jiménez Aguilar presidió Cepyme y fue muchos años la mano derecha de José María Cuevas en la CEOE. Y la CEA vuelve a estar actualmente presidida por un malagueño, Javier González de Lara. «La CEM no ha trabajado sólo por Málaga sino también por Andalucía y por España», aseguró.