Los efectos de la huelga que los examinadores de Tráfico secundaron durante cinco meses del pasado año (de julio a diciembre) aún colean en la provincia de Málaga, según explica el colectivo de autoescuelas, que espera no obstante que la situación sí esté prácticamente normalizada para mayo. El presidente de la Asociación de Autoescuelas de Málaga (APAE), Antonio Martín, recordó ayer a este periódico que los paros dejaron en su momento un atasco de más de 10.000 alumnos pendientes de examinarse de la prueba práctica, una cifra que durante este primer tramo de 2018, con la vuelta de los examinadores al trabajo, ha ido bajando progresivamente pero que todavía sigue en niveles significativos. Así, el sector calcula que algo más de 4.000 alumnos están todavía a la espera de poder examinarse de la prueba práctica.

«Llevamos ya tres meses sin huelga pero aún tenemos a bastantes personas esperando. Estamos en vías de volver a la normalidad, pero la espera media de un alumno hasta que lo llaman está todavía en un mes», comenta Martín. Uno de los factores por el que las autoescuelas confían en que la situación se encauce pronto es por la posibilidad de que los examinadores empiecen a realizar próximamente horas extra, algo que permitiría que esa espera media bajara rápidamente a quince días.

De hecho, el colectivo Asextra, que engloba a estos profesionales, celebró el pasado lunes una asamblea en Málaga en la que se decidió por mayoría, y teniendo en cuenta la situación actual del servicio de exámenes en la provincia, que cada examinador, libremente, decida si colabora de forma voluntaria con la Jefatura Provincial de Tráfico de Málaga para exceder su jornada laboral en las condiciones que sean consensuadas.

El portavoz de Asextra en Málaga, Ignacio Torres, explicó ayer que esta decisión se ha tomado tras asistir a la celebración de la asamblea nacional de este colectivo, desarrollada la pasada semana en Valencia. «Es un acto de buena fe y en beneficio de todos», apuntó Torres. Sin embargo, advirtió de que el colectivo de examinadores sigue actualmente en conflicto con la DGT.

«Estamos a la espera de que reconozcan las características de nuestro puesto de trabajo y esto se haga efectivo con el aumento retributivo de nuestro complemento específico en los próximos PGE; reservándose por tanto la posibilidad de que a partir del mes de abril se puedan producir movilizaciones en acuerdo con Asextra nacional para la consecución de dicho objetivo», dijo. El citado complemento específico es de 250 euros mensuales brutos.

El paro de los examinadores también ha dejado perjuicios económicos en el sector. El presidente de APAE, Antonio Martín, apuntó que una decena de autoescuelas de la provincia (con una media de tres o cuatro empleados cada una) se vieron obligadas a cerrar sus puertas durante el conflicto por falta de actividad y aún no han reabierto.

En la provincia hay cerca de 290 autoescuelas con 1.200 trabajadores. Cada centro de la provincia perdió en los meses de huelga, de media, alrededor de 15.000 euros, según los datos aportados en su momento por la asociación malagueña.