Las agresiones a médicos continúan a pesar de las condenas y de que desde hace varios años agredir a un facultativo se considera delito de atentado a autoridad pública. De los 27 casos de 2017, siete cuentan ya con sentencia y todas son condenatorias para el agresor.

«Unos datos terribles», según indicó el presidente del Colegio de Médicos de Málaga, el doctor Juan José Sánchez Luque, coincidiendo con el Día Nacional contra las Agresiones a Médicos que se celebró ayer jueves. «Nos hemos acostumbrado tanto a ser vejados en las consultas que muchos compañeros no denuncian. Sólo lo hacen aquellos a los que han pegado y provocado lesiones o bien los que ya no pueden más», declaró.

La asesoría jurídica del Colegio registró el pasado año 27 agresiones en la provincia, dos más que en 2016. Sin embargo, es un dato que alude únicamente a los que acudieron a la institución colegial «pero son muchos más», según el vicepresidente primero, el doctor José Antonio Ortega.

En el pasado año, de los 27 casos, 15 fueron a mujeres y 12 a hombres. De las mujeres, el tramo de edad en el que se concentran la mayor parte está entre los 36 y los 45 años. En los hombres, es el de 56 a 65.

La mayoría de las agresiones se dan en el sector público aunque aparecen ya las primeras en el privado, con tres de 27. El ámbito mayoritario en el que se dan las situaciones violentas es en Atención Primaria (hombres) y hospitales (mujeres). Los agresores insultan a los médicos (ocho casos) mientras que agreden con lesiones a las médicas (seis casos).

Para el vicepresidente del Sindicato Médico de Málaga, el doctor Carlos Camacho, «esta progresiva lacra tiene ser combatida hasta erradicarla». Para ello, deben colaborar todas las instituciones, sanitarias y no sanitarias, locales, provinciales, autonómicas y estatales.