Cuando una persona enferma de cáncer, no solo adquiere la enfermedad sino también una larga lista de innumerables consecuencias y trabas a las que debe enfrentarse tanto esa persona, como su familia. En este sentido, la asistencia oncológica no siempre se desarrolla en la ciudad del paciente, lo que se traduce en viajes constantes hacia el lugar más cercano en el que se le pueda proporcionar este tipo de ayuda. Esta situación es la de cientos de personas que junto a sus familias, deben trasladarse a otra ciudad para poder recibir el tratamiento. Sin embargo, no todos ellos pueden permitirse el trasiego de viajes constantes y mucho menos, el gasto del alquiler de un piso.

Así, la Asociación Española Contra el Cáncer de Benalmádena ofrece a las personas cuyo nivel socioeconómico se abajo, alojamiento gratuito así como manutención alimentaria para que puedan establecerse en Málaga capital. En lo que va de año, estos 11 pisos disponibles han tenido una ocupación del 60%. En este sentido, en el 2017 fueron atendidas a 184 personas y la ocupación media de los pisos superó el 73%, según apunta Olga Santiago, Coordinadora de los pisos de AECC.

De estos 11 pisos, 8 están destinados a las familias con pacientes enfermos menores de edad y el resto están pensados para adultos. Además, dos están destinados a aquellas familias que vengan desde Melilla. «El tiempo de estancia máximo ha llegado a ser de 60 días de media. El previsto por la asociación es de ocho meses, siempre dependiendo del tipo de cáncer y la durabilidad del tratamiento. Sin embargo, hay pacientes que necesitan más tiempo. Será el médico quién solicite de forma previa que es necesario que esa familia esté más tiempo en la ciudad», señala Santiago.

Por otro lado, durante su estancia, tanto familias como pacientes, no solo reciben alojamiento, sino que también pueden disfrutar de todas las actividades que la asociación proporciona así como una manutención. «Depende de las necesidades de cada familia. Algunas necesitan solo alojamiento y otras también ayuda económica para cubrir gastos alimentarios y necesidades básicas como la ropa o el aseo», expresa Paqui Guerrero, presidenta de AECC de Benalmádena y Torremolinos. La estancia no solo está prevista para familias que viven fuera de la provincia, sino también «para aquellas de los distintos municipios que necesiten alojarse en la capital», asegura Santiago, que además apunta que «deben vivir en al menos un radio de 20 kilómetros de distancia en este caso».Recaudación de fondos

El mantenimiento de estos pisos es costoso y para ello, la asociación realizó el pasado jueves 15 un networking cuyos fondos se destinarán a estos 11 pisos. Un total de 111 personas y empresas asistieron a este evento que tuvo como invitada especial y madrina a Maite Sánchez Barroso, administradora de fincas del municipio. «Ser madrina de este evento supone comprometerse con la causa. Para mi ha sido una experiencia muy gratificante ya que el saber que puedes ayudar con poco a personas que necesitan mucho, es muy emotivo», expresa Barroso.

Su implicación con las asociaciones de Benalmádena «que la han llevado durante 8 años a ser la Secretaria de la ACEB han sido algunos de los motivos por los que Barroso fue elegida» en este sexto networking de la asociación, según destaca la presidenta. «Es imprescindible elegir a gente que destaque en la provincia, que haya participado en otras actividades y que sea cada año, alguien de un ámbito diferente. Esto nos ayuda a reunir a diferentes empresas y entidades que se quieran comprometer con la causa», señala Guerrero. Así, a partir del mes de junio, la asociación ya tiene previstas otras actividades con motivo de poder atender las necesidades de los enfermos.