Integrantes de los distintos colectivos que desde el lunes se encuentran acampados junto a los árboles que habían empezado a talarse con motivo de las obras de La Academia deportiva del Málaga CF denunciaron ayer presiones policiales para desalojar los terrenos donde se encuentran. «Debido a lo mal que lo están pasando hemos decidido convocar una concentración de protesta y apoyo en el propio espacio protegido del Arraijanal», una iniciativa que se realizó ayer por la tarde y que divulgaron a través de las redes sociales y de otras plataformas internas.

Los portavoces de los colectivos agregaron que no tienen ninguna intención de impedir la construcción del proyecto del club malaguista, sino la de «preservar la última playa natural que queda en la capital malagueña». Así lo expresó también la integrante de Zambra y colaboradora en el campamento que se empezó a instalar el martes 13 de marzo: «Es un paraje de interés comunitario que el Ayuntamiento no podía entregar».

La tensión que crece por horas desde que el lunes se inició la tala de árboles en la parcela ha generado enfrentamientos con las autoridades competentes. Por ejemplo, aseguran los manifestantes que se les impidió el acceso rodado por vías públicas afectadas por el proyecto, cuando sí que se les permite el paso a otros vehículos «ajenos a la obra». Defienden que son medidas de presión para que la movilización quede desactivada. Fali Doblas, como vocal de la asociación de Iniciativas de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Autogestión, ISMA, llegó a subirse a los árboles durante horas después de que se hubiesen talado 15 árboles.

El consistorio, por su parte, recuerda que la tala de árboles se incluye desde el principio en el plan urbanístico de La Academia y que la licencia de obras autoriza todas las actuaciones que se han desarrollado durante estas últimas semanas.