El PSOE en el Ayuntamiento de Málaga ha puesto el grito en el cielo y ha anunciado que exigirá que se adopten medidas para reparar este «atropello», al conocer que Limasa, pese a que desde junio de 2014 existe un informe de la Intervención municipal que señala que «no procede» incluir en esas facturas el 2,5% de asistencia técnica.

Según la concejala socialista Begoña Medina, el gerente de Limasa, Rafael Arjona, confirmó en el consejo de administración del pasado lunes «que los socios privados siguen recibiendo ese 2,5% en la factura de compensación. Medina añadió que el gerente explicó que Limasa emite el abono de la factura de compensación económica, incluyendo el 2,5% de asistencia técnica y que luego remiten a los socios privados una factura para que estos detraigan la parte correspondiente a ese 2,5%, pero que los privados no devuelven esa cantidad al no estar de acuerdo con ello.

En su informe de junio de 2014, la Intervención señalaba que la compensación económica no se corresponde con la prestación de ningún servicio concreto, sino que es una mera transferencia de fondos para asegurar el beneficio del 2 por ciento. Por ello, además de señalar que no se debía seguir pagando la asistencia técnica en esa factura, reclamaba la devolución al Ayuntamiento de los importes correspondientes a 2013 y 2014, que suman algo más de 2,4 millones de euros. Los privados tampoco han devuelto esta cantidad.

Begoña Medina culpa directamente al alcalde, Francisco de la Torre, como presidente de Limasa de «desobedecer de manera clara a la Intervención municipal». «Es algo gravísimo», añadió la edil socialista.

«El alcalde no solo está desobedeciendo a la Intervención, que es quien vela por el control del dinero de los ciudadanos, y para que este dinero se gaste con rigor, sino que está usando el dinero de todos los malagueños para entregárselo a empresarios privados, sin justificación alguna». «Es una verguenza que no debemos tolerar», concluyó.

En el mismo sentido se pronunció el portavoz de IU, Eduardo Zorrilla, que puso el acento en «el derroche de dinero público para favorecer el bolsillo de los socios privados».