Familiares, amigos y compañeros del cabo primero de la Guardia Civil Diego Díaz, fallecido al ser arrastrado por el arroyo Galapagar de Guillena cuando auxiliaba a personas atrapadas por el temporal, han dado este jueves en Málaga el último adiós al agente malagueño.

La misa funeral y el posterior entierro se ha celebrado en el parque cementerio de Málaga capital, Parcemasa, con la asistencia de la madre, hermanos y otros familiares del cabo; así como mandos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional y autoridades militares, civiles y judiciales.

También han asistido autoridades como el subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones; el delegado de la Junta de Andalucía en Málaga, José Luis Ruiz Espejo; el presidente de la Diputación malagueña, Elías Bendodo; y el alcalde de la capital, Francisco de la Torre.

Al finalizar el acto religioso, un portavoz de la familia ha agradecido "todo el esfuerzo y entrega" de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de los dispositivos locales, provinciales y de la Junta de Andalucía que participaron en las labores de búsqueda del agente.

Asimismo, ha dado las gracias en nombre de la familia al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido; a la presidenta de la Junta, Susana Díaz; al delegado del Ejecutivo central en Andalucía, Antonio Sanz; a los subdelegado del Gobierno en Sevilla y Málaga, y a todas las autoridades locales, especialmente a los ayuntamientos de Guillena y Antequera (Málaga), ciudad natal del agente, "por su preocupación y apoyo en momentos tan difíciles".

También ha destacado y agradecido "el calor y el trato humano y afectuoso" que los familiares han recibido de la Guardia Civil, tanto de Sevilla como de Málaga; así como a todos los que se han preocupado por lo ocurrido. El sacerdote que ha oficiado la misa ha ensalzado el papel de la Guardia Civil y ha indicado que la acción de este cabo pone de manifiesto la finalidad "de servicio": "Servir hasta morir".

El acto religioso ha finalizado con el himno de la Guardia Civil, tras lo que el cuerpo del agente ha sido trasladado hasta el camposanto para ser enterrado, donde se han lanzado salvas en honor al fallecido.

El cuerpo del cabo primero, desaparecido cuando participaba en el rescate de personas atrapadas en el arroyo Galapagar de Guillena, fue encontrado el pasado martes unos 300 metros más abajo de donde ocurrió el accidente el pasado sábado.

Las labores de búsqueda se mantuvieron durante todos esos días con distintas zonas de rastreo, participando unos 200 efectivos de la Benemérita, bomberos del Servicio Provincial, Policía Local, el Grupo de Emergencias de Andalucía, Infoca, unidad adscrita del Cuerpo Nacional de Policía a la Junta, apoyados por voluntarios de las agrupaciones de Protección Civil de Sevilla, Santiponce, Burguillos y Bollullos.