Después de un 2018 de tregua electoral, salvo adelanto en Andalucía, el año que viene se presenta como clave para el futuro político. Autonómicas, municipales y europeas exigirán a los partidos afinar su maquinaria interna para rascar el mayor número de votos posible. En Podemos está en marcha el proceso destinado a despejar la incógnita y elegir la vía por la que el partido acudirá al próximo ciclo electoral. En la llamada asamblea ciudadana, todos los inscritos en Podemos están llamados a depositar su voto hasta las 00.00 horas de hoy con la idea de determinar el futuro. Un camino con tres salidas y que puede variar según cada municipio: un recorrido en solitario, con las llamadas «fuerzas hermanas» o a través de las plataformas con las que confluyó en 2015. En la capital, el ejemplo es el caso de Málaga Ahora, principal beneficiada del poder de atracción que emitía Podemos en 20015. Aplicado a los principales municipios de la Costa, están las plataformas de Costa del Sol Sí Puede. Además de los militantes morados, se integraron activistas y miembros de otros partidos e independientes. Hay que recordar que Pablo Iglesias estableció en 2015 que no se presentara ninguna demarcación territorial a la cita municipalista bajo el marbete oficial de Podemos. La votación de este fin de semana es crucial para establecer el marco, pero el debate se trasladará a cada municipio si se pone el foco para las municipales. El abanico de ilusiones y desilusiones acumuladas es amplio y las relaciones personales entre los diferentes actores pesarán, inevitablemente, en la confección de futuras plataformas o coaliciones. En el Ayuntamiento hay un claro ejemplo con Málaga Ahora. La integración de una lista con varios miembros de Podemos, acabó estallando por las tensiones internas en el grupo municipal, dando lugar a la salida de Juan José Espinosa, ocupando, ahora, la bancada en el Ayuntamiento de Málaga como concejal no adscrito.

La capital

El debate de cómo acudir a las elecciones municipales ya está en marcha. En el seno de Podemos, se da por hecho que la votación de este fin de semana da la luz verde a buscar la confluencia. En la formación morada hay un consenso en relación a la necesidad de armar una candidatura «lo más amplia posible». El mencionado Juan José Espinosa, aunque concejal independiente, opera en calidad de representante de Podemos y también está en la comisión de confluencia. Mantiene cierta cautela porque cree que es pronto para hablar de nombres, pero no esconde que si por él fuera, la marca de Podemos debe lucir en las papeletas. «Para ganar la ciudad, es necesario que haya una confluencia donde se respeten las identidades de cada formación». En la práctica, esto se traduce, inevitablemente, en una coalición electoral como lo es en estos momentos Unidos Podemos a nivel estatal. «Cada uno está con sus siglas», mantiene Espinosa, aunque extiende la mano a sumar otros partidos a esta coalición. «No puedes ser sectario», señala que en las conversaciones que hay que abrir en un futuro también se va a incluir a Málaga Ahora. Una mesa de negociaciones, sin duda, con cierto potencial de conflicto como admite el propio Espinosa debido a los desencuentros acumulados con sus excompañeros en Málaga Ahora. Para Espinosa, la confluencia tiene que contar con IU para que sea sólida. En Podemos, aunque nadie lo dice de puertas para fuera, hay preocupación con la actual tendencia que marca el partido, con una clara proyección a la baja. Así, al menos, se refleja en todos los sondeos que se vienen publicando en las últimas semanas y meses. IU, como formación histórica, tiene su suelo electoral en la capital que se mueve entre los 18.000 votos que tiene asegurados. Eso le asegura, prácticamente, mantener los dos concejales que tiene ahora mismo. Aunque la idea que baraja IU va en la misma línea, es decir, apostar por una amplia confluencia, es improbable que se deje absorber por una formación morada a la baja. El equilibrio de fuerzas ya no es el mismo que en 2015 e IU no se va tan «amenazada» por Podemos.La provincia

Desde la ejecutiva autonómica han puesto muchas esperanzas en la provincia de Málaga. Hace dos semanas, la secretaria general de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, encabezó en La Térmica la celebración del consejo ciudadano andaluz. «Nosotros no aspiramos a tener un partido que dure 200 años. Nosotros lo que queremos es ser una herramienta de cambio social, y que sea capaz de generar una alternativa en Andalucía que no pase por la derecha. Una alternativa al clientelismo del PSOE», relativizó la importancia que tiene para ella la marca de Podemos si a cambio de prescindir del nombre se pueden lograr candidaturas lo más amplias posibles.

Alejandro Serrato es el coordinador provincial de Podemos en la provincia de Málaga y da la hoja de ruta: «Vamos a favorecer que se produzcan las confluencias en todos los municipios». Si algo tiene claro, es que no «queremos repetir la fórmula de Unidos Podemos». El único veto que lanza es, sin embargo, significativo. «No negociaremos con Costa del Sol Sí Puede», afirma. Candidaturas con presentación en Torremolinos y Marbella, entre otras.