­La plantilla del metro de Málaga, que mantiene una huelga en Semana Santa, lamentó ayer que «la empresa Metro Málaga no quiera llegar a un acuerdo real». En este sentido, los empleados indicaron que no están de acuerdo con algunos de los puntos previsto en la propuesta de la empresa ya que consideran que ésta «hace un enfoque sin pensar en las necesidades de sus trabajadores». Asimismo, pidieron a Metro Málaga que realicen «un ejercicio de transparencia» y que «no intente enfrentar a la sociedad malagueña con operadores y técnicos, que son las verdaderas víctima de este conflicto».

De este modo, los trabajadores criticaron que «es muy fácil hablar de grandes cifras y decir que no llegamos a un acuerdo», como manifestó Metro Málaga el pasado viernes, al tiempo que incidieron en que «no han sido los trabajadores del metro los que han roto las negociaciones». En este punto, indicaron a través de un comunicado, en primer lugar, que son los trabajadores los que no entienden «que habiendo presentado una propuesta económica, menor a la que la empresa propone, la empresaria la rechace», lamentando que la empresa «camufla su subida salarial en variables de dudoso interés general».

«No es solo cuestión de dinero», apuntaron los trabajadores que añadieron que «cualquiera que conozca a algún trabajador de metro de Málaga conoce nuestras condiciones y nuestras dificultades para conciliar con las familias», precisando que «es por ellos, por nuestras familias, por los que hemos iniciado esta situación».

Por otro lado, los trabajadores del metro expresaron que no pueden estar de acuerdo en muchos de los puntos que la empresa ofrece como propuestas ya que una de ellas «premia el no absentismo, tanto individual como colectivo» y señalan que «no se puede elegir cuándo una persona se pone enferma, o cuándo se va a sufrir un accidente, o cuándo un hijo se opera, o una madre se muere».

De igual modo, los trabajadores aseguraron que tampoco necesitan que que se les premie «porque aumente el número de viajeros», ya que, a juicio de la plantilla, «merecen el mismo trato y respeto un pasajero que entre en las instalaciones o 20». En este punto, expresaron que no depende de los trabajadores que el suburbano malagueño «llegue al centro de Málaga o no, que será lo que realmente condicionará el número de pasajeros».

Así, los trabajadores incidieron en que quieren un futuro mejor, con mejores condiciones que faciliten sus vidas en familia», criticando que «tergiversar la realidad y distorsionarla de la forma que ha hecho nuestra dirección» es «sólo otra muestra más de la distancia que están tomando con el gran peso de la plantilla».

Además, los trabajadores pidieron a la empresa de transporte «que hagan un ejercicio de transparencia y que no intenten enfrentar a la sociedad malagueña con operadores y técnicos, que son las verdaderas víctimas de este conflicto».