En abril de 2003, La Opinión de Málaga estrenaba la sección dominical Mirando Atrás, con el testimonio de los hijos de Mauricio Loizelier, el ingeniero belga de los tranvías de Málaga. Ghislaine, de 88 años y Fernand, de 85, malagueños de nacimiento, recordaron la figura de su padre, ingeniero director de los modernos tranvías eléctricos malagueños a partir de 1901.

Desde abril de 2003, y con la salvedad de las vacaciones veraniegas, Mirando Atrás no ha faltado ningún domingo a la cita. En total, más de 700 reportajes con testimonios de malagueños y vecinos de Málaga de todas las edades y oficios. Edades, como la del centenario don Curro, el famoso fundador del hotel que lleva su nombre, en Sancha de Lara y oficios tan diversos como el de Carmencita Medina, recordada comadrona del Palo a quien el Ayuntamiento acaba de dedicar un rincón del barrio; Young Martin, exboxeador octogenario o Antonio Galdeano, que durante más de cuarto de siglo fue un auténtico cenachero.

Por la sección Mirando Atrás han pasado antiguos trabajadores del Hotel Miramar, Holanda Radio, La Alegría o Tabacalera; vendedores de almendras, antiguos jugadores del Málaga y del Caja de Ronda, familias ilustres, religiosos, maestros, médicos, dirigentes vecinales, abogados y auténticas heroínas como la malagueña Toti Vega, que tuvo que abandonar a su familia en plena Guerra Civil española, siendo una adolescente, y terminó colaborando con la Resistencia contra los nazis en Bélgica.

En ocasiones, la sección ha contribuido a la recuperación de fotografías perdidas, que ha podido donar luego a archivos locales y ha ayudado al reencuentro de familiares. En la red y en la hemeroteca quedan las historias de cientos de malagueños. Un pequeño puzzle de la memoria que continuará con su encuentro con los lectores cada domingo.

Gracias a todos los que lo hacen posible.