­El mercado inmobiliario de Málaga cotiza al alza y está en el punto de mira de todos los inversores tanto en el ámbito residencial como en el segmento terciario y de oficinas, según aseguraron ayer diferentes expertos en un foro organizado por la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), que descartaron además que exista de momento riesgo de burbuja a la vista, ya que los crecimientos están siendo sostenidos. En el ámbito de las oficinas y desde el punto de vista del inversor, Málaga capital, en concreto, se está posicionando como gran alternativa a los saturados mercados de Madrid y Barcelona, que muestran síntomas de «agotamiento» con las rentabilidades más bajas de los últimos 20 años (un 3,2% en zona prime y un 6,25% en la más periférica), según explicó el director de División de Inversiones de Savills Aguirre Newman, Pablo Méndez. Málaga, por contra, presenta en esos mismos apartados unas horquillas del 5% al 7,5%, con un potencial de rentabilidad que supera así en alrededor de 1,5 puntos al de estos mercados, que tradicionalmente acaparan el interés de los inversores.

«El mercado de oficinas tiene que buscar nuevos destinos donde alojar su dinero y, tras Madrid y Barcelona, Málaga tiene una posición envidiable. Eso hay que aprovecharlo. Existe demanda de oficinas no satisfecha en Málaga, por lo que se abre una gran oportunidad inversora», comentó. Un reciente estudio de esta consultora revelaba que Málaga capital, con un parque de 600.000 metros cuadrados de oficinas, ha alcanzado ya niveles de contratación y ocupación previos a la crisis, con porcentajes del 90% en la zona prime, distrito financiero y entorno próximo a Vialia, identificado como zona Centro de Negocio.

Las rentas alcanzan de media los 12 euros por metro cuadrado, con valores máximos de 18 euros en los edificios de las calles más cotizadas. Esta tendencia continuará en 2018, con la previsión de que las transacciones en arrendamiento puedan alcanzar un volumen récord de la mano de sectores como el inmobiliario, los servicios o el tecnológico, lo que dará lugar a que se ocupen inmuebles disponibles desde hace casi una década.

Ante este panorama de «escasez» de emplazamientos, Méndez advirtió de que la ciudad necesita nuevos desarrollos terciarios y edificios de oficinas ya que los espacios que actualmente tienen más disponibilidad, en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), no colman las expectativas de empresas que prefieren un entorno más urbano para sus trabajadores. Zonas como Martiricos o La Térmica, a su juicio, representan enclaves de desarrollo con los que empezar a paliar esta situación.

«Ahora mismo las decisiones de cambio de sede se toman teniendo en cuenta al equipo de recursos humanos, las comunicaciones, la flexibilidad de horarios, los servicios que hay alrededor. Hay un cambio sustancial en la demanda de los inquilinos. La forma de trabajar ha cambiado. Las empresas quieren estar más en los centros y sus entornos», dijo.

Precios de la vivienda

Otro de los ponentes del foro fue el director comercial de Tinsa, Pedro Soria, que rechazó que haya indicios de burbuja, recordando que en 2017 los precios de la vivienda crecieron «de forma razonable» (un 5,2% en la capital y un 5% en la provincia) y que los valores medios están aún un 40% por debajo de los niveles del boom. Desde 2013, donde se marcaron los mínimos de la crisis, la progresiva reactivación del mercado ha provocado, eso sí, que los precios aumenten un 16% en la capital y un 20% en la provincia. Málaga es la segunda plaza del arco mediterráneo tras Barcelona con el menor plazo medio de comercialización de las viviendas puestas a la venta (7.4 meses), por debajo de los 8.3 de media nacional.

Por su parte, el director de Negocio Inmobiliario de Caixabank, Daniel Caballero, coincidió en que la actividad inmobiliaria se ha sumado a los «vientos a favor» que impulsan la economía. Como ejemplo, recordó que su entidad ha pasado de financiar entre 200 y 500 viviendas anuales en los momentos más duros de la crisis a más de un millar el pasado año. El director territorial de Caixabank, Juan Ignacio Zafra, coincidió en que no se ve riesgo de burbuja. «No pinchemos lo que no está hinchado. Hemos vuelto a una industria que vende, y no a una que construye sin saber si va a vender. Eso es magnífico y sano», apuntó.

Víctor Tapias, director de negocio Inmobiliario de Slora, complotó el elenco de expertos que participaron en el foro, centrándose en la importancia de la diferenciación y servicio al comprador.

Crecimiento moderado

El debate en el foro, al que asistieron unos 200 profesionales y que fue clausurado por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, puso de manifiesto la existencia de un crecimiento moderado en el sector, pero aún no suficiente para las necesidades de una provincia como Málaga y, que además, se muestra de forma irregular a lo largo de la provincia. En cualquier caso, se augura para este 2018 unos valores mejores que los del pasado ejercicio.

La secretaria general de la ACP, Violeta Aragón, opinó que se ha abierto una «nueva etapa de crecimiento» en el sector, con signos positivos en cuanto a inversión privada y empleo (la cifra de trabajadores alcanza los 44.500 en Málaga). «Las cifras son buenas pero venimos aún de valores muy bajos», afirmó. También dejó claro que, en su opinión, no hay signos de burbuja inmobiliaria.

«El año pasado se visaron 3.800 viviendas en Málaga mientras que en la época del boom eran 40.000. No digo que haya que volver a aquello pero es cierto que estamos todavía lejos de los 12.000 visados que instituciones como el Banco de España ven acordes a una provincia como la nuestra», comentó.