Cada vez aumentan más los compradores extranjeros en la Costa del Sol. Las temperaturas, el ocio y las características de la zona hacen que éstos queden prendados por sus «encantos» y decidan adquirir una vivienda, tanto para estancias vacacionales, como para residir de forma permanente en el país. Desde hace varios años, en la provincia, los compradores más habituales habían sido los británicos y franceses, sin embargo, en el último año, se ha registrado un aumento de árabes procedentes de Arabia Saudí. «Este aumento se debe principalmente, según la información que estamos recibiendo, por que están preocupados por el futuro de su país. Al parecer el futuro rey va a poner impuestos muy altos y va a haber unas normas muy especiales sobre los grandes capitales y entonces esto ha creado cierta preocupación entre muchos ciudadanos de alto poder adquisitivo», expresa Ricardo Sánchez, presidente de la Federación de Asociaciones de Extranjeros de la Costa del Sol.

En este sentido, el país «elegido» por éstos ha sido España y «concretamente, la provincia de Málaga», expresa Sánchez. Sin embargo, a pesar de esta nueva tendencia, los inversores que continúan destacando en el mercado son «los británicos, belgas y noruegos», que se posicionan como «los compradores fieles de la Costa del Sol», según apunta Sánchez.

En general, los compradores extranjeros que llegan a la Costa del Sol, realizan compras de viviendas que cuestan 500.000 euros o más. «Este es un sistema de compra muy normalizado en los extranjeros residentes. Suelen ser personas con un nivel adquisitivo alto y compran estas casas y pisos a ese precio ya que así consiguen lo que ellos llaman ‘la golden visa’», destaca el presidente de la asociación. Éste tipo de visado en el denominado «visado de inversores». Por la compra de una vivienda o terreno superior a los 500.000 euros, los extranjeros consiguen el permiso de residencia en España.

Las características de las viviendas que este tipo de comprador adquiere son muy sofisticadas, ya que en la mayoría de ocasiones, compra casas de primera obra y siempre deben estar acondicionadas con herramientas modernas que les ofrezcan una amplia comodidad durante su estancia. «No compran viviendas de segunda mano y si lo hacen, las derriban para construir una nueva casa en ese terreno», apunta Sánchez.

En años anteriores, la adquisición de estas viviendas se realizaba sobre todo para las estancias vacacionales.«Los extranjeros las compraban para pasar los meses de verano aquí, sin embargo, poco a poco ha ido dándose una tendencia por la que deciden quedarse para residir en la Costa del Sol».

Zonas destacadas

Los inversores extranjeros compran sus viviendas en el denominado «tridente de oro», compuesto por Marbella, Estepona y Benahavís. En este sentido, Marbella destaca por ser el municipio en el que más interesados están los compradores. «Marbella es la zona más solicitada, sin embargo, las casas típicas de allí no es precisamente lo que ellos buscan», incide Sánchez, que además explica que, ante esta situación, «algunos promotores hacen promociones ultramodernas ya que falta esa oferta.

En su afán por conseguir una vivienda moderna, los inversores que no encuentran lo que desean en este municipio, optan por irse a Estepona o Benahavís, en el que, en el último año, han aumentado «considerablemente» la presencia de residentes procedentes del extranjero. «Muchos inversores eligen estos municipios por las facilidades urbanísticas que hay allí».