El subdelegado del Gobierno en Málaga, Miguel Briones, reconoció ayer lo que ya era un grito a voces: que la reforma del antiguo convento de San Agustín, que acogerá la Biblioteca Provincial, se está retrasando debido a las catas arqueológicos, algo que denunció el PSOE en noviembre de 2017 y que reconoció el Ejecutivo central. Así, Briones aseguró que son decisiones técnicas, en este caso en materia arqueológica, «como no podía ser de otra manera», las que marcan la marcha y evolución del proyecto, que no concluirá, como está previsto, en 2021, sino después.

«Las previsiones del Gobierno eran en efecto culminar esta actuación en 2021, pero si la propia Junta de Andalucía, competente en materia arqueológica, determina que los hallazgos de la primera excavación van a afectar seriamente al proyecto inicial, y aún se debe realizar una segunda excavación, pues es lógica la obligación y responsabilidad del Estado de atender las directrices técnicas en materia cultural», explicó.

La primera cata que se realizó el pasado año cumplía un doble objetivo: conocer el estado de la cimentación y de la estructura del edificio y hacer un primer estudio arqueológico que alcanzara la profundidad de la citada cimentación y que coincide con el nivel más moderno de la época musulmana.

A la espera de poder realizar la segunda, para lo cual es precisa la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2018, el subdelegado instó a la Junta a tener «más coherencia y sensibilidad con el patrimonio, porque parece que le interesan más los números y los plazos de conservación y recuperación de bienes históricos y culturales».

Precisamente, el Proyecto de Ley de los PGE para 2018 prevé una partida de 1,35 millones de euros para la futura Biblioteca del Estado, por lo que desde el Gobierno se apela a la «colaboración y lealtad institucional» de la oposición y se le insta a que mantenga «la congruencia en sus demandas y reivindicaciones», dijo, para recordar luego que la Biblioteca del Estado lleva 24 años en una sede provisional. «Es en gran medida responsabilidad de la Junta, que durante años estuvo mareando la nariz con el convento de la Trinidad, hoy aún cerrado, y ni siquiera cuando Junta y Gobierno central eran del mismo signo fueron capaces de impulsar este gran proyecto, que ahora por fin se ha puesto en marcha».

La Biblioteca Pública del Estado de Málaga data de 1985 y actualmente, aunque su titularidad es estatal, la gestión corresponde a la Junta de Andalucía, que será la institución que reciba la nueva infraestructura proyectada.