«¿Qué hacer cuando no sabes que hacer?». Tras realizar sus estudios, cientos de estudiantes en España, no saben qué camino tomar. Asimismo, otros muchos que llevan años con sus estudios acabados pero que se encuentran sin trabajo no saben qué salida es la correcta. Sin embargo, una de las opciones más suculentas ante estas situaciones son las oposiciones a funcionarios públicos. «Saben que es un trabajo fijo, que es para toda la vida. Se sabe que es una vía que requiere de bastante tiempo para conseguir una plaza pero, una vez que se logra, otorga una estabilidad que en pocas empresas se da», comenta Jesús Ayala, director de la academia malagueña de opositores que lleva su mismo nombre.

En los últimos años, las academias aseguran que el número de opositores ha crecido considerablemente. «Hemos notado un aumento de alumnos, sobre todo por la mejora económica y porque también se han ido produciendo aumentos de plazas ofertadas. También nos encontramos con muchos casos de gente que no tiene trabajo, no sabe qué hacer y optan por realizar las oposiciones», expresa Guillermo Castilla, director de la Academia Luis Vives. El director de este centro incide además en que «durante los años de la crisis solamente reponían el 20% de las jubilaciones y este año se van a cubrir el 100% de jubilaciones», por lo que «el aumento se nota».

En el caso de la academia de Jesús Ayala, la categoría más solicitada por sus estudiantes es la de Policía Nacional.

«Tenemos alumnos que sobre todo opositaran para la Policía Nacional, Local o la Guardia Civil. Tras éstos, destacan también los bomberos y los que quieren trabajar en instituciones penitenciarias», apunta Ayala. El perfil es muy variado, principalmente con personas de entre 18 años y 35 años.

En muchas ocasiones, la oferta pública termina siendo el único tren que estas personas pueden coger, como es el caso de los profesionales dedicados a la educación.«La gente que estudia Magisterio no suele optar por trabajar en colegios e institutos privados ya que es más complicado acceder a ellos, por eso, la mayoría sólo puede optar por la pública», señala Castilla. En este sentido, no sólo aquellos que han estudiado Magisterio terminan realizando oposiciones de Educación.

«En nuestra academia tenemos gente de otras carreras que al no encontrar trabajo en su sector de estudio, han decidido opositar para profesor. Sobre todo nos encontramos con casos de ingenieros», asegura el director de la academia Luis Vives.

Este centro, especializado en la Educación Primaria y Secundaria, cuenta con un total de 350 alumnos este año. «La gran mayoría de nuestros alumnos se presentan para las plazas de Primaria, sin embargo, es cierto que en el último año están aumentando las plazas de Secundaria también», expresa Castilla.

A pesar de confirmar el aumento de opositores y plazas, las academias reconocen que las complicaciones para convertirse en funcionario son múltiples. «En el caso de la Educación, los opositores están muchos años estudiando para conseguir una plaza e igualmente, cuando la consiguen, están de una ciudad para otra. Pueden estar al final así unos 8 años para conseguir una estancia fija», apunta Castilla.Datos en Andalucía

Tras el acuerdo de la Mesa General de Negociación Común del Empleado Público para la estabilización se ofertaron 37.115 puestos de trabajo del sector público andaluz. De estos, 1.515 están destinados a la Administración General, 18.618 a Sanidad, 12.603 a Educación, 388 para la Administración de Justicia y 3.991 plazas para el sector instrumental.

Para el sindicato CSIF, estas cifras continúan siendo «insuficientes». Sin embargo, a pesar de considerar que las necesidades en la comunidad son múltiples, aseguran que «dicho número de plazas ayudará a reducir la precariedad laboral que lamentablemente sufre Andalucía».

Asimismo, el CSIF critica que la estabilización se vaya a realizar «de forma prolongada» ya que de esta forma se mantiene un tiempo «la precariedad que sufren los empleados andaluces». En este sentido, el sindicato ha exigido en la convocatoria de la Mesa General que, en paralelo a esta oferta extraordinaria a la que dan la bienvenida, se convoquen además nuevas plazas (20.000), que puedan «paliar el grave déficit de personal que sufre la función pública de la comunidad en todos los sectores».

En cuanto a Educación, el pasado 1 de marzo, la Mesa Sectorial anunció una nueva oferta de empleo de 5.404 plazas correspondientes a la tasa de reposición. De éstas, 2.321 irán destinadas a la Enseñanza Secundaria, Formación Profesional, Escuelas de Idiomas y Artes Plásticas. A esto hay que sumar las 83 plazas del Cuerpo de Catedráticos de Música y Artes Escénicas, aunque fueron aprobadas con anterioridad. Según el CSIF, con esta oferta se inicia la aplicación del Acuerdo de Mejora del Empleo Público, firmado a nivel andaluz y que supone un paso «muy importante para la creación de empleo estable» ya que supone la reducción del empleo inestable a porcentajes en torno al 8%. Andalucía conseguiría así cumplir las directrices señaladas desde la Unión Europea.Lentitud en la sanidad

En el Servicio Andaluz de Salud (SAS) hay hasta el momento más de 100.000 personas a la espera de la resolución de las ofertas públicas de empleo, sin que ninguna haya podido tomar plaza desde 2013. «Lo que ocurre ahora es que en junio se van a examinar personas de la convocatoria de 2016 y no saben si han aprobado o no en los exámenes de 2013-15, por lo que están estudiando una vez más sin saber si es para nada», expresa Lola Oliva, responsable de Sanidad de CSIF en Málaga.

Durante el período mencionado se convocaron 3.282 plazas para toda Andalucía. En el caso de las convocatorias de 2016 se publicaron 2.502 plazas de acceso libre y 889 de promoción interna. «El problema es que se convocan las plazas pero no se realizan los exámenes hasta mucho después. Es lo que sucedió con las convocatorias de 2013 y 2015. Todo el mundo piensa que hay muchas plazas y que todo es muy positivo, sin embargo, ahora en 2018, es cuando nos examinaremos de las convocatorias de 2016», critica Oliva.

Por otro lado, la convocatoria de 2017 se ha unificado con la convocatoria extraordinaria de estabilización, por lo que está «pendiente de publicación», según señalan desde el sindicato, que además incide en que de las de 2018 «no se sabe nada». «Esta situación de retrasos provoca que se generen en los afectados falsas espectativas, con los consiguientes perjuicios que esto provoca», lamentan.

«La gente del sector sanitario elige trabajar en la sanidad pública porque es mucho más sencillo conseguir un puesto de trabajo, a pesar de todo el estudio que conlleva. La sanidad privada también es muy interesante, pero más complicada. Sin embargo, con este tipo de situaciones, la oferta pública no está respondiendo bien», añade Oliva.

@mdmedinadeharo