La economía de Málaga emerge de nuevo por encima del resto. Si el crecimiento vaticinado para el Producto Interior Bruto (PIB) andaluz es del 2,7%, la provincia despunta con un 3,1%. Una tendencia que viene de lejos y que fue corroborada, ayer, por el último informe de Analistas Económicos de Andalucía, el grupo de trabajo vinculado a Unicaja. A Málaga le seguirían la provincia de Cádiz, con un crecimiento del 2,9 por ciento, y Huelva, con un 2,6 por ciento. Las patas que sostienen la economía andaluza no alteran lo establecido. Al auge del turismo, que sigue ofreciendo buenos datos, se suman las exportaciones y el nuevo auge del sector de la construcción. Felisa Becerra, coordinadora del informe, matizó, en todo caso, ante las primeras voces que alertan de una vuelta a un modelo productivo que fue sacudido en sus cimientos: la construcción sube, sí, pero lejos aún de los niveles pre crisis, por lo que todavía queda margen de crecimiento para seguir apuntalando la salida definitiva de la crisis y el crecimiento del empleo. Eso no quita que Becerra volviera a insistir en que es necesario lograr la ansiada "diversificación" de la economía. A la presentación del informe se sumaron, además de Becerra, el consejero delegado de Analistas Económicos de Andalucía, Rafael López del Paso, y el responsable del Área de Actuaciones Socioculturales de la Fundación Unicaja, Rafael Muñoz. Completó el acto la responsable de relaciones externas de la Fundación Unicaja, Cristina Rico.

A pesar de las buena previsiones, las cifras correspondientes al mercado de trabajo se erigen, una vez más, como la gran mancha negra. Los expertos prevén una generación de empleo del 1,8%, lo que situaría la tasa de paro a nivel andaluz en un 23,7%, permaneciendo muy elevada. Este informe no pormenoriza las previsiones de empleo por provincias, pero tampoco los datos para Andalucía suelen ser un termómetro fiable para intuir las dinámicas.

Es decir, Málaga también seguirá moviéndose en unas tasas de desempleo que son inimaginables en otros países del entorno europeo. «El empleo crecerá este año un 2,5%, frente al 2,3% en España, por lo que el número de desempleados disminuirá este año en un 7,3%», resumió López del Paso. Tampoco se sostiene bien Andalucía en la comparativa a nivel nacional. En el conjunto de España, la tasa de desempleo se prevé del 15,3%.

El empleo crecerá en todos los sectores productivos, aunque a menor ritmo que el pasado año, a excepción de la construcción, donde se prevé un mayor incremento en el número de ocupados, del 3,2%, frente al 1,4% en 2017. Respecto a 2017, el documento refleja que el PIB andaluz ascendió el pasado año a 161.111,7 millones, tras crecer un 3% en relación a 2016, cuando lo hizo un 2,9%. Según la coordinadora de informe, Felisa Becerra, el PIB de 2017 en términos corrientes ya fue superior al previo a la crisis y en términos reales está "muy próximo a recuperar el nivel, en torno a un par de décimas de diferencia, descontando el efecto de los precios".

El sector servicios experimentará un crecimiento interanual del 2,7%. En relación al turismo, Becerra destacó que la afluencia de viajeros a Andalucía sigue siendo masiva. Eso, sin avisar de los primeros indicios de un posible estancamiento que también se barrunta ya por parte del propio sector. «Venimos avisando de que estos datos de crecimiento de los últimos años no pueden ser eternos», precisó.

Factores externos

Preguntado sobre posibles factores externos que puedan influir de manera negativa a la economía andaluza, López del Paso abordó el actual contexto político en España, con la mirada puesta en Cataluña, aunque asegurando que de tener un impacto, sería de una manera muy limitada. Como principal factor de riesgo para Andalucía, destacó la incertidumbre generada por todo lo que tiene que ver con la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.

En relación a la economía mundial, advierte de riesgos derivados de la «intensificación de las tensiones geopolíticas existentes a escala global».