­ El presidente de la Fundación Unicaja, Braulio Medel, opinó ayer que la reforma para asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones «puede aguantar hasta el fin de esta legislatura, pero desde luego no más del principio de la próxima».

Medel hizo ayer estas declaraciones a título personal al ser preguntado por la decisión del Gobierno central de subir este año todas las pensiones el 1,6 por ciento y en 2019 en función del IPC, en el marco de negociación de los presupuestos de 2018. A su juicio, el IPC es «un elemento más», y lo que va a determinar si el sistema es «más o menos sostenible» es la reforma «a fondo» del resto de elementos. Así, se refirió a las bases de cotización, las cuantías de las pensiones que se pagan, la edad de jubilación o la estructura de los pagos, que determina que normalmente las pensiones más elevadas las cobran las personas con más renta porque son las que más han cotizado.

En el mismo sentido, Medel, que es catedrático de Hacienda Pública, dijo que el sistema de pensiones depende «no sólo de que se actualicen conforme al IPC, sino de otras muchas cosas», algunas «más importantes» que la inflación, como la edad de jubilación.

En el sistema de pensiones se conjugan además dos objetivos con un mismo instrumento: que es el derecho de todas las personas a una pensión y que esta a la vez favorezca a los más necesitados, y desde su punto de vista combinar dos objetivos en un instrumento algo que, por lo general, «plantea problemas». Así, incidió en el consenso que existe en torno a la necesidad de reformar el sistema de pensiones y de llegar a un acuerdo de una naturaleza similar al Pacto de Toledo, por lo que el debate se centra en el momento de acometer la reforma.

Tras defender la necesidad de que España cuente con un sistema «digno» de pensiones, Medel ha recordado que España tiene uno de los índices más altos de Europa en lo que representa la pensión media sobre el promedio de salario. Para Medel, los dos grandes bloques de gasto público que pueden condicionar a medio plazo la sostenibilidad del sistema público son las pensiones y el gasto sanitario, ambos ligados a procesos demográficos de envejecimiento de la población y a las demandas sociales de mejora. «Las pensiones son responsabilidad del Gobierno de la nación y eso debe ser un principio sacro-santo», indicó Medel, quien añadió que de la misma forma que, por ejemplo, «no se puede entender, un estado que no tenga una defensa común, difícilmente sería concebible un estado que no tenga un sistema de pensiones común».