La firma entre el Ministerio del Interior, sindicatos policiales y asociaciones de guardias civiles por la equiparación salarial respecto a las policías autonómicas sigue coleando. Al menos entre un buen número de funcionarios que, lejos de ver una equiparación real, sólo ven «una subida de sueldo insuficiente» que deja las cosas prácticamente como estaban. Así lo ha defendido hasta ahora Jusapol, una asociación nacida «de la desidia» de los sindicatos tradicionales y que durante los últimos meses ha conseguido movilizar a miles de agentes con manifestaciones históricas por toda España reclamando la igualdad.

A pesar de su poder de convocatoria, los representantes de esta asociación no fueron escuchados ni invitados a participar en unas negociaciones por no ser parte del Consejo de la Policía, por lo que la organización ha decidido impulsar un sindicato con el que poder optar a tener representación en ese consejo a partir del año que viene, cuando se convoquen elecciones, para luchar por una «equiparación real». Creado a principios del este mes bajo el nombre de Justicia Policial (Jupol) -los guardias civiles se agrupan en Jucil-, la organización ya cuenta con delegados en Málaga, una de las provincias que más iniciativa ha mostrado desde el nacimiento de Jusapol. «Estamos muy ilusionados. No llevamos ni un mes y ya hemos recibido alrededor de 400 solicitudes de agentes de toda la provincia que quieren afiliarse», asegura Miguel Millán, secretario provincial de Jupol antes de apuntar que se trata de un sindicato de estructura horizontal. El matiz, según Millán, es importante porque, más allá del nombre del cargo, «todos tenemos el mismo peso a la hora de decidir». «Nuestro objetivo es hacer un sindicalismo diferente al que se ha venido haciendo hasta ahora, un sindicalismo del siglo XXI para uno de los mejores cuerpos de policía de Europa y el mundo». Millán asegura que Jupol tiene una visión completamente diferente a la de las organizaciones de toda la vida, donde un agente que está liberado y trabajando para un sindicato en Madrid puede estar cobrando por su destino de Ceuta, donde los sueldos son más altos: «Los miembros de Jupol vamos a hacer sindicalismo en la provincia en la que trabajamos».

Para Millán, la prueba de que los sindicatos tradicionales a los que él mismo ha pertenecido se han acomodado son los casi 30 años que han pasado desde que los funcionarios reclamaran por primera vez la equiparación: «No sólo no han hecho nada durante ese tiempo, sino que ahora se han subido al carro del espíritu de Jusapol y se han apuntado un tanto que realmente no lo es». El representante de Jupol se refiere a que el acuerdo de equiparación que venden Gobierno y sindicatos apenas es una subida de sueldo que se ha olvidado de las condiciones de los agentes en segunda actividad, en la reserva o de los jubilados.

Horas extra

«Tampoco se han abordado lo mal que se pagan las horas extras respecto a otros cuerpos o las asistencias a juicios, que directamente no se pagan y se compensan con horas de descanso». Según Millán, de todo esto se han dado cuenta cientos, miles de funcionarios de toda España que han solicitado la baja de unos sindicatos, y esto no ha sentado bien a algunos de sus representantes. Tanto es así, que Millán ha tenido que denunciar en sede policial unos hechos que considera muy graves, ya que desde alguna de estas organizaciones se ha difundido por redes sociales datos personales suyos, incluido su número de carné profesional, junto a una fotografía suya en la que le llaman «capo de Jusapol». «Es increíble que esto se haga entre compañeros por pensar diferente, pero no me ha quedado más remedio que denunciar porque creo que se han vulnerado gravemente mi intimidad, mi imagen y mi propia seguridad», asegura Millán.