­María del Mar Martín Rojo acaba de sumar al Área de Economía Productiva la de Turismo, una de las más complejas y también de las más deseadas. Afronta retos importantes, pero dice que su fin es hacer de esta una ciudad sostenible con servicios de calidad.

¿Qué objetivos se marca en el Área de Turismo?

El área ahora unifica la proyección internacional de la ciudad, puesto que une el Área de Economía Productiva, donde estamos proyectando la ciudad para invertir, con el Área de Turismo, que ya tiene su propia promoción como destino. El objetivo conjunto es mejorar la proyección internacional de la ciudad, es decir, que se nos conozca en todo el mundo como una ciudad completa, atractiva, capaz de generar confianza para visitar turísticamente, para invertir, trabajar o vivir. Para ello, lo más importante como acción es tratar de que sea una Málaga sostenible, por tanto la calidad es el objetivo primero. Que sea un destino sostenible y de calidad.

Málaga sigue creciendo cada año en número de visitas, pero la oposición cree que se puede morir de éxito...

Para hacer cualquier afirmación, y sobre todo si son alarmistas, tenemos que tener datos objetivos. En este caso hay que ver el índice de saturación que tenemos, es decir, el número de habitantes que tenemos y el número de visitantes. En esa línea podemos compararnos con otras ciudades, y ver cuál es el índice nuestro y el de otras. En este gráfico se puede ver claramente cómo está Málaga respecto a Servilla, Granada, Madrid, Barcelona, Palma (muestra un gráfico en el que se da un índice de saturación de Málaga de 2,28 puntos, mientras que Granada suma 7,61 y Palma de Mallorca 4,86), por ver dónde estamos nosotros, dónde están otros y qué herramientas hay que utilizar en una y otras, puesto que la cresta de la ola no estamos todos en la misma posición.

Curiosamente no ha habido casos de turismofobia...

No. De hecho, hacemos un observatorio del sector turístico. Ahí, se le pregunta una serie de cosas al residente y al turista. Una de las cosas más valoradas es el buen acogimiento que da el malagueño al turista. Por tanto, no se da esta circunstancia, porque si no no seríamos amables, no seríamos hospitalarios. No trataríamos al turista tan bien. Es importante que en ese desarrollo sostenible y de calidad se prime la calidad de vida del residente, porque si tenemos una Málaga con cohesión social, accesible, tanto interna como externamente, con buenas conexiones internacionales, con planificación urbana, una smart city, a mí me gustaría que fuéramos un smart destination, al final lo que estás preparado es para una ciudad tecnológica y que mejore la calidad de vida del residente. Si tenemos una ciudad así, el turista va a querer venir y, si eso es así, al final va a mejorar la generación de empleo de la ciudad, porque las empresas locales van a crecer. Por tanto, al final repercute en la generación de empleo y el desarrollo local. Es un círculo virtuoso.

Eso desde hace unos años...

Nosotros hace 15 años no estamos en la situación de hoy. Somos un destino urbano ahora que está creciendo, antes uno venía al aeropuerto y casi se recorría la Costa, porque iba buscando el sol y playa, pero no un destino urbano, que ahora es competitivo. A nivel nacional, es el destino que más ha crecido en cuanto a turismo de congresos. Y si tienes en cuenta la oferta de 37 museos, eso antes no existía, una apuesta importante del Ayuntamiento por el turismo cultural. Un turista cultural, de congresos, de cruceros e idiomático, que se genera de forma natural. Hay que apostar por otros tipos de turismo: en el turismo de compras todavía podemos hacer mucho, tenemos que potenciar nuestro comercio tradicional, o el deportivo o el ornitológico.

El Ayuntamiento considera que faltan plazas hoteleras...

La realidad es que hace unos años no teníamos hoteles de cinco estrellas, se necesita de más capacidad, cuando viene un congreso importante al Palacio de Ferias, que también ha sido una apuesta importante de la ciudad el tenerlo. Se concentran momentos en que vienen muchas personas y a veces no hay capacidad para absorber a todos los congresistas. Considero que más plazas hoteleras se necesitan, más hoteles y de más capacidad. Es el sector privado el que tiene que valorar cuántas para ir adaptándose.

Se habla de moratorias o gravar con impuestos a las viviendas turísticas. ¿Por dónde debe ir la ordenanza de Málaga si es que Málaga va a tener ordenanza?

Yo no tengo conocimiento de que exista ni siquiera un borrador de ordenanza, pero, si existe, yo no lo tengo. Nosotros no estamos en la situación de Palma. No estamos valorando gravar nada. El problema de la vivienda turística es la falta de regulación. No puede haber una economía sumergida. No ayuda al que cumple. Hay un decreto de la Junta que ha llegado tarde y quizás sea incompleto, pero totalmente mejorable, es algo que hay que trabajar de forma conjunta y con total colaboración por mi parte. Tiendo la mano a la Junta para, en todo momento, colaborar para mejorar ese decreto. Hay que ver cuáles de las viviendas turísticas están inscritas en el registro de la Junta y cuáles no, es fundamental. Y ver de qué manera están inscritos y regulados. Debemos pensar que es algo que puede incorporar al vecino de toda la vida, que no vive en un bloque de apartamentos turísticos, vive en una zona residencial en el sentido de que son todos vecinos, y ni siquiera se conoce la persona que entra o sale en el portal de enfrente. Incluso por un tema de seguridad. En un hotel das tu DNI y se te conoce. Apuesto por más regulación. De cualquier forma, antes de tomar una decisión queremos valorar la situación de Málaga. El Área de Turismo está haciendo ahora un estudio para ver cuántas viviendas turísticas hay en la ciudad, distrito por distrito.

¿Qué nos piden los inversores?

Para que nosotros estemos en el escenario internacional se requieren oportunidades como ciudad. Málaga ha tenido una transformación importante, hay planificación urbana, cohesión social, proyección internacional importante, un aeropuerto con más de 140 vuelos internacionales directos, donde hay colegios internacionales. Eso suma a la hora de decidir vivir aquí. Estratégicamente, la calidad de vida es más favorable, somos una oportunidad al estar en el sur de Europa, cerca del norte de África. Y la oportunidad en cuanto al talento, la universidad, el PTA. Se ha creado un ecosistema capaz de hacer frente a una empresa internacional que quiere venir a Málaga y buscar mil personas que trabajen para ella. Además de hoteles de cuatro y cinco estrellas y de una oferta residencial que está despertando, necesitamos edificios de oficinas, porque estas empresas cuando se instalan necesitan estar en oficinas tipo A con un nivel acorde a su día a día internacional, porque aunque estén aquí trabajan para todo el mundo. Esa es la apuesta que tenemos que hacer. Ver qué suelo tenemos en Málaga para desarrollar edificios de oficinas de calidad y luego suelo para logística, ya que hay demanda.