Los embarazos no deseados continúan a la orden del día entre los menores de edad. Embarazos que son interrumpidos y se consideran algo poco alentador en pleno siglo XXI dado el amplio abanico de información que se ofrece en la actualidad a los jóvenes. Algo falla en la educación sexual que están recibiendo los jóvenes cuando aún se descuida el uso de métodos anticonceptivos, con el riesgo que ello conlleva. No solo en relación a los embarazos no deseados, sino también con respecto a las enfermedades de transmisión sexual que puedan contraer durante el acto sexual. En el caso de Málaga, el pasado 2016 se registraron 10 interrupciones de embarazo en menores de 15 años y un total de 383 en menores de entre 15 y 19 años.

Sin embargo, no solo la educación sexual es el eje principal de la preocupación de educadores y sociólogos. En los últimos años, ha aumentado la violencia de género entre adolescentes. Además, ha ascendido considerablemente el control de la pareja a través del uso del teléfono móvil y los celos siguen siendo vistos como un factor que se atribuye al amor. En este sentido, los últimos datos registrados por el Instituto Nacional de Estadística señalan que 2016 dejó unas cifras desoladoras y bastante preocupantes. Durante ese año, en Andalucía se registraron 122 víctimas de violencia de género menores de 18 años y tan solo se realizaron 20 denuncias a jóvenes comprendidos entre estas edades.

Estos datos parecen corroborar que hay algo que se está haciendo mal y en pleno año 2018 parece que la sociedad ha dado un gran salto atrás. Pero ¿por qué? ¿Se está dando realmente ese salto atrás o simplemente ahora se visibilizan más este tipo de actos que antes? Éstas son las claves que dan los expertos.Falta de educación en igualdad

«Vivimos en una sociedad en la que los estereotipos que son tendencia para los adolescentes transmiten unos valores poco adecuados. Un ejemplo, el programa ‘Mujeres, hombres y viceversa’, donde hombres musculados y mujeres esculturales luchan por conquistar a un chico o a una chica que se sienta en un supuesto ‘trono’. Se transmite que la mujer es un objeto sexual y que tiene que ir divina de la muerte, ejemplos pésimos para nuestros adolescentes», explica la socióloga Sandra Losada. Pero estos valores, tan alejados de la igualdad entre hombres y mujeres, se maman desde los dibujos animados, donde las mujeres aparecen como «princesitas perfectas. En este sentido, la psicóloga Mari Ángeles Castillo asegura que es necesaria la coeducación en igualdad de género desde muy jóvenes. «En temas de igualdad es necesario educarlos desde muy pequeños», asegura Castillo, que señala cuáles son los puntos principales que hay que tener en cuenta para ello. «Hay que cuidar el lenguaje, por ejemplo, la niña no puede ser preciosa y el niño un machote. También hay que darles libertad en cuanto a elección de juguetes y hacer, entre otros, que ambos participen en las tareas domésticas».

Mucha información, poca educación

Hoy día, la información vuela por la red y por los medios de comunicación y, sin embargo, sigue sin parecer suficiente. «Se proporcionan innumerables talleres. La información para las jóvenes siempre está activa, sin embargo, no es suficiente. No sirve de nada ofrecerles información a partir de los 13 o 14 años, es necesario comenzar mucho antes. A esas edades ya han formado unos ideales en su cabeza y por una o dos charlas, será muy complicado sensibilizarlos», expresa Meli Galarza, presidenta de la Asociación Para la Defensa de la Imagen Pública de las Mujeres en Málaga. ¿Qué ocurre cuando un adolescente pone en un buscador de internet píldora del día después para informarse? «Pues lo primero que encuentra son foros de usuarios donde mucha gente da su opinión y se dicen mentiras que luego muchos jóvenes asumen como verdades. Por ejemplo, que la píldora sólo se puede tomar tres veces en la vida o que cuando la ingieres te tiene que bajar la regla al quinto día», afirma Soraya Calvo, profesora de Ciencias de la Educación.El porno accesible

«Tengo la sensación de que la educación sexual de nuestros adolescentes y jóvenes es el porno, así que obviamente no habrá prevención». Es la dura afirmación del sociólogo José Calvo, que insiste en que «ni en los colegios se trabaja la educación sexual ni la mayoría de los padres tratan estos temas con sus hijos». En este sentido, Castillo reflexiona que «la pornografía no siempre es algo negativo, siempre y cuando se tenga como lo que es y no se traslade a la vida real». Además, por su parte, Calvo advierte de que existe una presión social importante sobre los jóvenes que les incita a tener relaciones sexuales en edades muy tempranas y con «una ignorancia absoluta de las consecuencias». De este modo, practican el acto sexual sin tener conocimiento, ni información suficiente dada la edad que tienen y por tanto, la inmadurez que arrastran. La problemática de la pornografía parte desde el punto en el que se convierte en la guía de cientos de jóvenes para informarse acerca del sexo. «Un joven que, por ejemplo, no tiene ninguna información por parte de sus padres o que apenas tiene una educación desarrollada en igualdad es muy normal que no sienta cierta empatía por la mujer, y reproduzca los mismo actos que ven en pantalla», expresa Castillo.Youtubers e influencers

El acceso a internet permite llegar a la información en décimas de segundo, pero, ojo, hay que reflexionar sobre la influencia que tiene sobre los jóvenes la conducta de sus ídolos, a los que admiran y siguen a pies juntillas hagan lo que hagan. Los controles de internet y de las redes sociales de los adolescentes por parte de los padres es un tema en el que los expertos no se ponen de acuerdo, salvo en dos postulados: uno, que se necesita una reflexión profunda sobre el uso y el impacto de estos medios en la sociedad actual, y dos, que los jóvenes actuales son totalmente dependientes e influenciables por lo que ven en las pantallas. «Durante la adolescencia todos hemos tenido un cantante o actor al que hemos apreciado y seguido. Alguien con quien nos identificábamos ya que nos gustaba como era, como actuaba. Pues con los youtubers es lo mismo. Necesitan tener un referente externo, sin embargo es necesario que esas personas, tanto cantantes, como actores o youtubers e influencers, tienen que tener en cuenta que sus valores éticos van a llegar hasta jóvenes de 12 y 13 años», expresa la psicóloga Araceli Ortega.

Escasas campañas

Quizás no se sabe tanto de sexualidad como se cree. De hecho, todos los expertos consultados por este periódico coinciden en que se necesita reforzar las campañas publicitarias y también la enseñanza en los colegios. «Es normal que una persona con una vida sexual normal tenga al menos una vez en su vida una ETS (enfermedad de transmisión sexual). Con las infecciones no hay percepción de riesgo social y tendemos a relacionarlas con gente marginal cuando en realidad son muy comunes. Se necesitan más campañas en la televisión para concienciar a la juventud, y desde luego concienciar desde los colegios y las familias», advierte la educadora Soraya Calvo. Falta información, y educación, que sea veraz y que disipe las dudas de los más jóvenes, para no tener que lamentar infecciones o embarazos no deseados. «Hay que educar desde edades muy tempranas», apostilla Sandra Losada.Dependencia de las pantallas

«Los chicos de hoy en día son totalmente dependientes de las pantallas, ahora queda constancia de todo; antes mandabas una carta y no dejaba rastro», explica Jacobo Blanco, que añade que el peligro viene dado porque «estamos ante actitudes adicionales aderezadas con nuevas tecnologías, hay una personalidad muy liberal y poca información, nos encontramos con chicos que defienden la pena de muerte y dan argumentos que no tienen ninguna lógica». La misma opinión esgrime Calvo, que asegura que «se está perdiendo la perspectiva crítica». Dicen los expertos que es común que los jóvenes de ahora permitan actitudes machistas porque confunden los términos. Un ejemplo, ven normal que sus parejas les vigilen los móviles, saltándose a la torera el derecho a la intimidad. «Nos encontramos con una paradoja, hemos pasado del pensamiento encorsetado a la libertad y tolerancia de cualquier pensamiento.

Además, hay un choque claro entre las feministas y otras que aceptan el rol de la masculinidad por complacer a su pareja», sostiene Jacobo Blanco.

Estos seis puntos son claves para entender un poco mejor cómo la sociedad actual ha desembocado en un aumento de los embarazos no deseados y de actitudes violentas entre parejas cada vez más jóvenes. Los expertos reclaman que tanto las administraciones como los padres y educadores reflexionen sobre estos porqués, porque sólo con la implicación de todos ellos se puede impedir que sigamos dando pasos atrás en cuestiones que quizá creíamos superadas, pero que las redes sociales, internet y los jóvenes nos han vuelto a poner de actualidad. La realidad es ésta.

@mdmedinadeharo