La provincia de Málaga era la segunda ciudad industrial nacional tras Barcelona en el siglo XIX, con un sector siderúrgico, textil y cervecero que destacaba, según muestra desde hoy una nueva exposición del Archivo Histórico Provincial de la ciudad

El origen de la industria cervecera de la provincia, vinculado al diseño industrial, y su transición hasta el siglo XXI es el protagonista del ciclo "Documento del Mes" que realiza esta institución, según ha informado mediante un comunicado la delegación de Gobierno de la Junta de Andalucía en Málaga.

Esta recopilación de documentos relativos a la industria cervecera malagueña en los siglos XIX y XX se complementa también con información general sobre la industria y la economía de la época.

La delegada territorial de Cultura en Málaga, Monsalud Bautista, ha reseñado hoy que esta nueva actividad divulgativa de aspectos de la historia de la ciudad a través del patrimonio documental está vinculada, además, "a otro tipo de patrimonio de gran importancia para la ciudad y la provincia: el industrial".

Durante el siglo XIX hay constancia tres fábricas de cerveza en Málaga: la fábrica de Antonio Luroth, la de José Sánchez Rico y la fábrica Enrique Hesindel, todas ellas situadas en la capital de la provincia.

Ya en el siglo XX se endureció la situación económica en el país y se fomentó la industrialización, lo que mejoró la agricultura e impulsó el comercio exterior, y hacia los años 50 se afianza una economía dual en el ámbito malagueño: el turismo y la agricultura.

A lo largo del siglo XX se crean las fábricas más conocidas, algunas que incluso perduran en la actualidad: El Mediterráneo, Cerveza Victoria, San Miguel y Cerveza Costa del Sol; cuya historia se encuentra expuesta para su conocimiento.

La fábrica de San Miguel construyó entre 1964 y 1965 su segunda planta en España en Málaga, con una inversión de 400 millones de pesetas en terrenos próximos al aeropuerto, lo que obligó a realizar bodegas semienterradas para un aislamiento eficaz.

En la década de los 80 la planta malagueña es dotada de tecnología novedosa y se convierte en la más moderna cervecera de España.

La fabrica de Cervezas Victoria fue abierta en 1928, en sus inicios contaba con 85 trabajadores y producía diariamente 15.000 litros de cerveza que se distribuían en Andalucía y Marruecos.

En el 1996, esta fábrica cerró debido a la absorción de la empresa por otra marca y su producción fue trasladada a Murcia, tras lo que el pasado año regresó de nuevo en Málaga.