La Policía Local de Málaga ha detenido a un vecino de Málaga, de 25 años, como presunto autor de dos delitos contra la seguridad vial, uno por conducir un vehículo turismo con temeridad manifiesta, poniendo en peligro su propia vida, la de su acompañante y la de otros usuarios de la vía, y otro por haber provocado lesiones graves al copiloto motivadas por imprudencia grave.

La investigación comenzó en abril al detectarse las imágenes de un choque distribuidas por redes sociales y en las que se aprecia que persona que realiza la grabación, en el asiento del copiloto del vehículo siniestrado, sufrió lesiones de carácter grave como consecuencia del accidente, consistentes en fractura subcapital de humero izquierdo.

Los agentes analizaron fotograma por fotograma el vídeo del accidente junto con las fotografías, lo que llevo a los policías locales a localizarlo, corroborando que había tenido lugar en Málaga, concretamente en la calle Fernández Fermina, consistiendo en una colisión frontal al impactar el ángulo delantero derecho del turismo contra el muro de la antigua Prisión Provincial de Málaga.

Los agentes del GIAA que se hicieron cargo de la investigación indagaron en las bases de datos relacionadas con accidentes de tráfico hasta descubrir que sobre las 3.30 horas de la madrugada del 9 de enero de 2018 una dotación de la Policía Local de Málaga del distrito intervino en un accidente de tráfico con características similares al investigado, llevando a cabo unas Diligencias a Prevención.

¿Qué ocurrió?

Los agentes del GIAA descubrieron que el conductor ocultó la verdad de lo ocurrido, cotejando, incluso, a través de la Dirección del Servicio Provincial de Málaga del 061 que en el día de los hechos se habían recibido llamadas de dos números de teléfono móvil en las que se indicaba que se había producido un accidente con heridos.

En el coche, una Audi RS3 Sportback, viajaban cuatro jóvenes que habían frecuentado varios bares de copas. El copiloto instó al conductor a detener el vehículo en el semáforo existente al inicio de plaza de la Biznaga accediendo desde calle Virgen de la Fuensanta. Ese momento lo aprovecha uno de los ocupantes de la parte trasera del vehículo para bajarse ante la maniobra de riesgo que iba a efectuar el conductor, manifestando textualmente: "¡estáis locos de la cabeza!" El otro ocupante de la parte trasera también dice que quiere abandonar el coche, deteniendo la marcha el conductor, no sin antes recriminarle que quisiera bajarse.

Tras ello, el conductor reemprende la marcha en dirección a la calle Fernández Fermina, manifestándole al copiloto: "vamos a grabarnos tú y yo", acelerando bruscamente de modo consciente e intencionado, reaccionando su acompañante indicándole vehementemente en repetidas ocasiones que frenase temiendo la inmediata colisión: "¡Antonio frena, Antonio! ¡Frena, Antonio, frena!".

El conductor hizo caso omiso a tales advertencias, circulando por la plaza de la Biznaga a gran velocidad, sin tomar ningún tipo de precaución al llegar a la intersección con calle Albahaca, aumentando progresivamente la velocidad y haciendo caso omiso a la señal de STOP vinculada al sentido de su marcha en la confluencia con la calle Fernández Fermina, terminando por colisionar con la fachada de la Prisión.

Las indagaciones apuntan a que el conductor era conocedor de la categoría del vehículo que conducía, a pesar de no ser de su propiedad y habérselo prestado un tercero, el cual que desarrolla 367 CV de potencia máxima, pudiendo alcanzar una velocidad de 250 km/h y con una aceleración de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos, según los datos suministrados por su fabricante.

Según parece, el conductor pretendía realizar una maniobra de derrape accionando el freno de mano, pudiendo desconocer que el vehículo que conducía no poseía el clásico de palanca de mano, sino tipo pulsador, no siendo, al parecer, hábil en el manejo del mismo, lo que le llevo a perder el control, salirse de la vía y colisionar contra el muro.

Asimismo, en virtud de los daños observados en el vehículo a través de las fotografías y la visualización de la grabación, se puede apreciar el escaso tiempo que tarda en recorrer la totalidad de la longitud de plaza de la Biznaga, lo que indica que llegó a conducir a una velocidad muy superior a la permitida.

Los agentes, que patrullaban por la zona, observaron el vehículo accidentado y llevaron a cabo las gestiones oportunas para localizar a su conductor, que les manifestó que "se le había cruzado un vehículo por lo que dio un volantazo y colisionó contra la acera y fachada de la cárcel" así como "que viajaba solo", resultando ileso, según manifestó.

Los policías locales lo trasladaron a dependencias del GIAA para efectuarle la pertinente prueba de alcoholemia, arrojando un resultado positivo de 0,36 miligramos por litro de aire espirado en la primera prueba y de 0,34 en la segunda, por lo que procedieron a denunciarlo administrativamente por conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas.