Daniel Pérez quedó ayer proclamado como candidato del PSOE a la alcaldía de Málaga, casi un año después de haberse hecho con las riendas del grupo municipal. Sus planes políticos, ya sean cuando era delegado de Salud o como diputado, siempre han pasado por este momento, lo que dejó ver a las claras citando a María Zambrano («querer es querer aquello que se ha soñado y despierto se persigue activamente»). El cabeza de cartel socialista, que no ha tenido que enfrentarse a nadie en las primarias, hizo su puesta de largo en el Colegio Gibraljaire, donde estudió, y se rodeó de la guardia pretoriana socialista, de los popes, además de la presencia de quinientos militantes que acudieron a escucharlo. La parlamentaria andaluza Beatriz Rubiño lo llama portavoz «non stop» y ese es el espíritu que impregna su campaña, cuyo lema es «Todo Málaga», y sus ideas.

El acto fue presentado por la exconcejala Mari Luz Reguero, un referente en la cultura malagueña. También se visionaron tres vídeos: uno de un minuto con el proyecto de Pérez y su equipo, otro en el que se muestra su actividad en los meses que lleva al frente del grupo municipal y un tercero que se refiere a su lucha contra las plusvalías por herencia, que, por cierto, quitará si es alcalde en junio de 2019. Esa será su primera medida, dijo en un discurso de en torno a 20 minutos.

Los socialistas cerraron ayer heridas tras una larga travesía en el desierto municipal: no gobiernan desde que Pedro Aparicio dejó la alcaldía en 1995: primero Celia Villalobos y luego Francisco de la Torre se convirtieron en un muro infranqueable y los portavoces municipales pasaban uno tras otro sin poder asaltar el castillo popular. Ayer, por primera vez en años, un portavoz, Daniel Pérez, habló de Aparicio, de su legado, de todo lo que hizo (Teatro Cervantes, la Orquesta Filarmónica, el PGOU de 1983, el Jardín de la Concepción, la llegada del asfalto y del agua saneada a todos los puntos de la ciudad, el impulso del PTA o la Casa Natal Pablo Picasso). «Somos un partido que sabe gobernar y cuando gobierna lo hace bien. Lo hemos visto con Pedro Aparicio, quien modernizó nuestra ciudad. Poco se habla de su legado. Yo no lo olvido y sé que vosotros tampoco. Yo sé que a Paco de la Torre y al PP les interesa esconder ese legado socialista. Yo me comprometo a que ese legado será recordado por los malagueños de todas las generaciones», dijo, para construir su proyecto con esos mimbres. Épica en tiempos de incertidumbre electoral.

Entre el público, muchas caras conocidas: la del secretario provincial, José Luis Ruiz Espejo, su antecesor en el cargo, Miguel Ángel Heredia, el diputado nacional José Andrés Torres Mora, así como otros miembros de la Ejecutiva. Simbólica fue la presencia de Rafa Fuentes, líder del sector crítico, quien no ha concurrido a las primarias. También destacó la de Nacho López, delegado de los pedristas en Málaga y miembro de la Ejecutiva Nacional. El entorno de Sánchez ha dejado claro su apoyo a Pérez (Gómez de Celis, la mano derecha de Sánchez en Andalucía). También se pudo ver, entre otros muchos, al exalcalde de Marbella y presidente del PSOE en Málaga, José Bernal, así como al exconsejero de Turismo Luciano Alonso. Asimismo, se dejaron ver los exportavoces María Gámez y Paco Oliva; Martín Toval, por cierto, excusó su asistencia.

Reguero, la portavoz de campaña de Pérez, abrió el acto asegurando: «Dani está haciendo un magnífico trabajo, no solo porque ha llegado a emular la omnipresencia del alcalde, sino porque está calando como lluvia fina su presencia, su juventud, su elegancia en las maneras, su delicada seriedad, su educación andalusí, sus esbozadas sonrisas, sus emocionados y sinceros gestos en los momentos justos. Porque Dani es de verdad», afirmó.

Además de reivindicar el espíritu y la obra de Aparicio, Pérez señaló que su proyecto es «colectivo» y se puso como meta ser el primer alcalde nacido al otro lado del río Guadalmedina. «Quiero confesaros en voz alta que quiero ser el alcalde de la ciudad que nos vio nacer, Málaga». Reiteró su promesa de soterrar con dinero municipal las vías del tren, potenciar el aeropuerto y el PTA.

Situó en el centro de su acción de gobierno a las personas, y, sobre todo, a quienes lo han pasado peor con la crisis, para quienes anunció planes de empleo y de rescate ciudadano, atacó al equipo de gobierno, «que está desgastado», y a De la Torre, «agotado en ideas», además de acusarlo de «esconderse ante el conflicto contra el Gobierno», insistió en que su partido sabe gobernar, prometió oportunidades a los jóvenes y exigió a Málaga que piense como territorio. Declaró, además, la necesidad de hacer un parque en los terrenos de Repsol y aseguró que, si es alcalde, él «mimará» a los barrios.