El móvil, la tableta, el bolso, el ordenador portátil, un libro, un juguete, el paraguas... El interior de un vehículo alberga objetos de lo más variado que suelen viajar «sueltos» en el vehículo y se pueden tornar armas arrojadizas en caso de colisión o de un brusco frenazo. Un estudio de Volkswagen calcula con qué fuerza golpearían algunos de las pertenencias más comunes que se depositan sobre los asientos traseros, tras analizar otro informe de RACE que asegura que los objetos multiplican su peso por 40 a una velocidad de 50 kilómetros por hora. Y es que el informe asegura que casi la mitad de los españoles (un 47%) admite llevar objetos sueltos en el habitáculo del coche, y sólo un 29,6% usa todos los espacios portaobjetos o bandejas interiores, según una encuesta realizada en las comunidades autónomas de Madrid, Cataluña, Valencia, Andalucía, Galicia, País Vasco, Castilla y León y Castilla La-Mancha.

El estudio se completa con varios ejemplos que evidencian el peligro. Así, por efecto de la inercia, un paraguas de 950 gramos que viaja colocado en la bandeja posterior del coche saldría disparado hacia delante y golpearía a los pasajeros o al conductor con la misma fuerza de algo que pesara 38 kilos. Un bolso de mujer lleno de objetos que pese 4 kilos, con un frenazo o choque a 90 kilómetros por hora se transforma, directamente, en un toro de lidia ya que su peso se transforma en 500 kilos. Un niño en una sillita infantil que no esté correctamente anclada golpearía los asientos delanteros con la fuerza del peso de un elefante (2 toneladas).

Y así, según este estudio, una tableta de 560 gramos cobra la fuerza de un San Bernardo de 75 kilos a 90 kilómetros por hora; un biberón de 405 gramos, el de una oveja de 50 kilos; un ordenador portátil de 2,2 kilos, un oso pardo europeo de 275 kilos y un teléfono móvil de 100 gramos, un perro de tamaño medio de 12,5 kilos.

La forma de evitar males mayores ante un brusco frenazo o un accidente es situar todos los objetos en el maletero o en los departamentos portaobjetos previstos para tal fin.

Por otro lado, el mismo informe asegura que los elementos adicionales para llevar más equipaje no son especialmente populares ya que sólo el 14,3% de los conductores usa la baca para el techo y el 3%, remolque.

Además, ante cualquier viaje en carretera, los usuarios afirman que la mayoría (84%) llevan cosas «por si acaso» que luego nunca utilizan, como suele ser la ropa de abrigo, el paraguas, las zapatillas de correr…

Desde la DGT recomiendan «para viajar más seguros y ahorrar combustible, que antes del viaje se haga una última revisión de lo que se lleva para eliminar lo innecesario». Una tarea complicado, sobre todo si se tiene en cuenta que el 65% de los españoles admite, que si pudiera, llevaría aún más artículos en su equipaje.