El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se ha referido este martes al requerimiento que ha hecho la Gerencia Municipal de Urbanismo a los propietarios de edificios que tienen en sus fachadas obras del artista Invader para que las retiren con sus propios medios o, por el contrario, lo hará el Consistorio de forma subsidiaria pasando después la correspondiente factura a los dueños del inmueble, que asciende a 2.703,37 euros. El regidor ha insistido esta mañana, a preguntas de los periodistas, en que son los propietarios los que deben eliminar estas obras de arte, igual que cuando se produce un "graffiti". En total, son 15 los mosaicos que habría que retirar y ese escrito se ha enviado a todas las comunidades afectadas, no sólo a los edificios BIC.

"Es igual que cuando un graffiti, si no hemos sabido quién lo ha puesto es el propietario del edificio el que tiene que poner en condiciones el edificio, el edificio tiene que recuperar su normalidad en base a los propietarios, eso se les ha recordado; si alguno no lo hace o no tuviera medios se actuaría subsidiariamente, en el plazo que hay que dar previamente", ha dicho De la Torre, quien ha recordado que había cierta controversia en quién tiene las competencias en esta materia, si la Junta o el Ayuntamiento. "Hemos tratado de salir de ese debate y tomar ese camino en aquellos edificios que tengan algún grado de protección, estamos planteando a los propietarios que actúen de esa manera y todo el mundo debe quedarse tranquilo", ha indicado, aunque luego ha reconocido que se ha enviado a todas las comunidades afectadas en este asunto.

En el escrito, puede leerse: "Con objeto de cumplir el requerimiento de la administración competente en Cultura (la Delegación Provincial de Cultura, que instó, en agosto de 2017, al Consistorio a retirar los mosaicos, se propone ordenar a los respectivos propietarios la retirada de estos elementos inarmónicos. Se entiende que el mosaico, en virtud del principio de accesión, ha venido a ser parte del inmueble y, por lo tanto, de la misma propiedad de la finca en la se ubica", argumenta Urbanismo en el escrito. "Resulta evidente la obligación de la Administración Urbanística Municipal de exigir a los propietarios de los bienes protegidos la eliminación de los mosaicos colocados en los mismos, mediante el dictado de la correspondiente orden de ejecución, toda vez qu eestos alteran la constitución original del edificio protegido, vulnerando las obligaciones de conservación de los bienes protegidos como BIC, y además habiéndose realizado sin autorización ni licencia alguna, lo que supone además una infracción del derecho urbanístico y de la ley de Patrimonio Histórico, por la que deben abrirse los correspondientes expedientes sancionadores", razona el informe jurídico. Los propietarios de los BIC ahora tendrán un plazo de alegaciones de dos semanas como "trámite previo a la resolución definitiva que se adopte".

Entre los BIC afectados están el Palacio del Obispo, propiedad del Obispado de MálagaObispado de Málaga, y el Palacio de Salinas, así como otros con algún grado de protección por parte del PGOU.

La Fiscalía de Medio Ambiente presentó una querella, tras investigaciones de la Guardia Civil, contra Invader y Fernando Francés, el director del Centro de Arte Contemporáneo (CAC) de Málaga por un presunto delito contra el patrimonio histórico artístico en relación con la colocación de 15 mosaicos a finales de mayo de 2017 en calles y fachadas de edificios malagueños. En el caso del Palacio Episcopal y del de Salinas, se hizo "sin consentimiento de los titulares". El Juzgado de Instrucción número 6 de Málaga ha admitido a trámite la querella y Francés declarará el 11 de junio.