El juzgado de 1ª Instancia número 10 de Málaga ha dictado una providencia por la que suspende de forma temporal las obras de rehabilitación del número 31 de la calle Madre de Dios, a instancias del único inquilino de la vivienda, Carlos Montero, de 60 años, que denuncia las supuestas presiones del propietario para echarlo de la vivienda de unos 60 metros cuadrados en la que vive desde hace unos 35 años. Es el único inquilino que queda en el inmueble.

Las obras quedaron suspendidas el miércoles de la semana pasada, informó ayer a este diario el propio Carlos Montero.

En la providencia, fechada el 9 de abril, el juzgado informa de que las partes pueden recurrir a una negociación para intentar solucionar el conflicto, incluido el recurso de una mediación.

En declaraciones a La Opinión, Carlos Montero explicó ayer que su intención es solicitar la anulación de las dos licencias de obra con las que ahora mismo cuenta el propietario, para rehabilitar el edificio, incorporar un ascensor y realizar un voladizo y galerías interiores.

«Lo que quiero es que me deje en paz», explicó y subrayó las molestias que le causan los dos años de obras que lleva el inmueble. «Me deja sin luz, sin cobertura de teléfono, sin aire... vivo en la penumbra», denunció.

El inquilino explicó que aunque el propietario le ha ofrecido el realojo mientras duran las obras, lo ha rechazado «porque me ofrece vivir en Mangas Verdes y yo he pedido una zona similar al Centro como puede ser Capuchinos, El Molinillo o Lagunillas», aparte de la discrepancia por la mudanza: «Sólo me ofrece 200 euros, cuando valdría 1.500, tengo varios presupuestos».

Carlos Montero dijo desconfiar del propietario porque, señala, «en ocho años y cuatro meses que lleva de propietario no ha hecho nada en mi vivienda, que está con las puertas comidas por las termitas y con una barra de hierro en los roperos». La vivienda comenzó a rehabilitarse en mayo de 2016 para pasar la Inspección Técnica de Edificios (ITE).

Respuesta del propietario

El propietario del inmueble, que prefirió no dar su nombre, declaró ayer a este diario que la vivienda que ha ofrecido al inquilino mientras duran las obras en Madre de Dios, 31, cuenta con tres dormitorios, dos baños, salón con chimenea y un patio que da a la cocina, en una primera planta, «en la calle Emilio Thuillier, la calle principal de Ciudad Jardín, no está en Mangas Verdes», precisó.

Con respecto a la mudanza, el propietario indicó que le ofreció pagársela al completo en una ocasión «y no me contestó», por lo que ahora se ceñirá a lo que marque la ley.

El propietario lamentó además la imposibilidad de hacer nada en la vivienda de Montero porque «no me permite acceder a ella para ver el estado en que se encuentra ni arreglar lo que haya que arreglar».

También declaró que «una denuncia por acoso inmobiliario presentada por Carlos Montero ha sido archivada por la Audiencia Provincial», al tiempo que señaló que «existe una condena en firme contra el inquilino por agredir a un albañil de las obras».

«Antes de comprar la casa me dijo que cuando la comprara tendría que negociar conmigo y le dije que no había nada que negociar», concluyó.