El Hospital Materno Infantil acogió ayer las Jornadas sobre el Paciente Pediátrico Complejo, una cita a nivel regional que se celebra por primera vez en Málaga y en la que se han abordado temas relacionados con la cronicidad en niños, tanto desde el punto de vista del profesional sanitario como del hogar, espacio en el que las familias tienen un papel clave para poder establecer una convivencia con la enfermedad lo más cómoda posible.

«De los 2.300 pacientes que ingresaron el año pasado en este hospital, prácticamente más del 50%, casi unos 1.200 pacientes tenían patologías crónicas y de estás, aproximadamente 250 eran enfermedades crónicas complejas», expresó el director del Hospital Regional, Antonio Urda. Las cifras aseguran que entre un 13 y 18% de todos los niños padecen enfermedades crónicas, por lo que los expertos calculan que la cifra en Málaga puede ascender a los 40.000 menores.

«Una cosa es hablar de patologías crónicas y otra, hablar de patologías crónicas complejas. Un paciente crónico es alguien que tiene una enfermedad como la diabetes o el asma. Sin embargo, alguien con una patología crónica compleja es alguien que necesita atención especial. Tienen gran dependencia de la tecnología, por ejemplo, respiratoria o digestiva. Necesitan una asistencia mayor que el resto», destacó Laureano Fernández, jefe del servicio de pediatría del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, que asistió al evento en calidad de moderador. Las patologías crónicas complejas más frecuentes son, según los especialistas, las «neurológicas, oncohematológicas, las respiratorias, las renales y las metabólicas».

Por otro lado, en los últimos años se ha producido un aumento de este tipo de pacientes debido a que hay un índice de mortalidad mucho menor que hace unos años. «Hay un aumento de pacientes, pero porque antes, con estas patologías complejas, morían. Sin embargo, ahora, gracias a la disponibilidad de un mayor arsenal diagnóstico y terapéutico, podemos diagnosticarlos a tiempo y tratarlos, de ahí que se produzca ese aumento», explicó Urda.

Las jornadas se desarrollaron en tres mesas redondas y dos talleres, además de otros dos en los que se trataron los problemas de los niños dependientes de la tecnología como la ventilación mecánica. «Esta situación está generando una serie de necesidades asistenciales en pacientes que conviven con una, dos o tres enfermedades a lo largo de toda su vida y ello está haciendo que los pediatras tengamos que ir modificando nuestra asistencia en este tipo de pacientes. De este modo, su asistencia requiere una atención integral y multidisciplinar por parte de todos los protagonistas», apuntó Urda.