Las elecciones municipales serán en junio de 2019 y Málaga, la quinta capital del país en potencial económico, es una de las joyas de la corona que todos los partidos quieren tener para sí. Por ello, a un año de los comicios, el equipo de gobierno del Ayuntamiento al completo y en especial el alcalde, Francisco de la Torre, han endurecido el discurso contra la Junta de Andalucía en diferentes asuntos, mientras que el Ejecutivo andaluz también ha respondido con dureza a las habituales andanadas del regidor. Bien en el Pleno o en las comisiones informativas bien en los habituales despachos del alcalde con los medios de comunicación, casi diarios, los temas que han centrado la agenda en las últimas semanas y que han provocado fricciones: la venta del Palacio de la Tinta, los mosaicos del artista francés Invader, el metro y su extensión al Civil, el edificio de Correos y el hecho de que no se hayan dado pasos para venderlo, las viviendas turísticas, el edificio del Astoria y el restaurante de la Cónsula.

Metro

En cuanto al metro, el enfrentamiento en torno al suburbano no es nuevo. De hecho, es tan antiguo como su construcción, que se inició en 2006, y previo incluso a ella. En este apartado, la pelea ya se conoce suficientemente: De la Torre no quiere que el suburbano llegue hasta el hospital Civil, al menos no en superficie. La Junta se ha dado hasta final de mayo para adjudicar los trabajos. Y, en cuanto al Civil, la Junta ya declaró de interés metropolitano llevar el metro al hospital y publicó en diciembre pasado el acuerdo por el que decidía ejecutarlo. Los tribunales se alzan amenazantes en el horizonte.

El Palacio de la Tinta

La Junta ha decidido construir un gran edificio administrativo en Ortega y Gasset para ahorrar 900.000 euros en alquiler y agrupar sedes. Para sufragarlo en parte ha decidido vender el Palacio de la Tinta, un edificio histórico malagueño sede de la Confederación Hidrográfica del Sur, hoy vacía de competencias, y de Ferrocarriles Andaluces a principios del siglo XX. Su uso será hotelero. El regidor aprovechó una rueda de prensa para atacar a la Junta por haber vaciado de competencias una de las pocas organizaciones con sede en la capital de la Costa del Sol y llevarse sus atribuciones a Sevilla y calificó la venta como una muestra del desinterés del Gobierno andaluz por Málaga. «Me parece que esa falta de sensibilidad no puede culminar así, pues ahora que está vació y lo vendo, es el símbolo del desinterés de una autonomía por una ciudad», dijo. Ello trajo, a su vez, otra polémica a primera línea. El alcalde se preguntó por qué no se vende el edificio de Correos y sí la Tinta.

Mosaicos de Invader

Esta semana saltó la noticia cuando se supo que el Ayuntamiento había enviado una carta a los propietarios de edificios en los que el artista francés Invader colocó 15 mosaicos, dos de ellos Bienes de Interés Cultural (El Palacio Episcopal y el de Salinas). «Es notorio el malestar que hay entre vecinos y comerciantes del conjunto histórico ya que, ante una actuación sin autorización encargada presuntamente por un organismo dependiente del Ayuntamiento ahora tienen que responder ellos», dijo la delegada de Cultura de la Junta, Monsalud Bautista.

Viviendas turísticas

Esta polémica es antigua, pero se ha reavivado en las últimas semanas, cuando las viviendas turísticas están copando la ciudad y suponiendo una seria amenaza para los hoteleros. La Junta hizo hace tiempo un decreto para regularlas, pero sostiene que las medidas concretas deberán salir del Gobierno. Sin embargo, el Ayuntamiento está haciendo un estudio para saber cuántas hay y dónde están y cree que el decreto llegó «tarde» y es «incompleto», dijo la edil de Turismo, María del Mar Martín Rojo.

Astoria

En el Centro no se puede tirar un edificio si no hay licencia concedida para levantar otro en su lugar. El Ayuntamiento quiere derribar el Astoria, usar el proyecto que hay para la parcela, el edificio traslúcido de usos culturales y gastronómicos de Málaga All Space, para justificar el derribo y hacer mientras los planes de excavación arqueológico. Si lo que se encuentra tiene valor, tal vez no sea necesario hacer un nuevo edificio, ya que estos retos se presentarían al público en una forma aún indefinida. El regidor pidió «sentido común» a la Junta, y esta respondió que se limita a cumplir las normas municipales.

Restaurante de la Cónsula

Han sido varias las mociones del PP pidiendo a la Junta que reabriera el restaurante de La Cónsula, lo que ocurrió hace unos días.