Los vecinos del Centro no aguantan más ruidos bajo la ventana. No pueden descansar ni dormir en sus casas. Después de meses negociando con el Ayuntamiento la aprobación de las calles donde residen como Zonas Acústicamente Saturadas, y cuando creían que la normativa se iba a aplicar a partir de este verano, han comprobado cómo se va a posponer, como mínimo, hasta final de año. La Asociación Centro Antiguo considera que esta nueva demora se debe a un plan político para expulsarles de sus casas.

El presidente de este colectivo, Alfonso Miranda, no se anda por las ramas. Asegura que el ruido en el centro es "insostenible". "Aquí hay barra libre. El Centro de Málaga es el más laxo de Europa, hasta el punto de que esto de noche es una fiesta. El Ayuntamiento, que tiene que hacer cumplir la ley, es el primero que la incumple. No está pendiente de los horarios de cierre de los bares. Tampoco aplica sanciones", explica el representante vecinal.

Miranda añade que el Ayuntamiento "se ha inventado" después de meses negociando, una consulta popular antes de final de año "para seguir dilatando la cosa al más puro estilo Govern catalán. ¿Cómo se puede plantear una consulta para saltarse la ley?", se pregunta. "La ley no se somete a consulta. Se cumple y punto".

El presidente del Centro Antiguo recuerda que el Centro de Málaga es una zona residencial, "que se ha querido convertir en un parque temático". En sus críticas no solo incluye al PP. También a Ciudadanos. "Juan Cassá ya ha dicho públicamente que la solución de los vecinos es que se vayan a vivir a otro sitio. Y se quedan tan pancho", critica.

Los vecinos denuncian que el Gobierno municipal solo atiende a los intereses de la hostelería. "Se aprueba una cosa y se deja que se haga otra de forma completamente arbitraria", añade Alfonso Miranda. "Es una forma torticera de apoyar a los empresarios, porque esto es completamente insostenible. Esto reventará tarde o temprano", augura el presidente de los vecinos, que recuerda que ya solo quedan unos 5.000 residentes en la zona, cuando hace apenas dos décadas superaban los 20.000.

Los vecinos adelantan que "si seguimos así esto va a terminar en los tribunales, y ya es triste".

El vicepresidente de Centro Antiguo, Alejandro Villén, señaló por su parte que ya han mantenido reuniones con el nuevo concejal, José del Río, "y las últimas noticias que tenemos de él es que iba a ir a otras ciudades a comprobar si el cumplimiento de la ley había tenido allí efecto". De hecho, los vecinos llegan a vincular la reciente reforma del equipo de Gobierno municipal, que incluye cambios en el organigrama de Medio Ambiente, y lo califican de "artimaña" a este intento de dilatar la aplicación de la normativa de ruidos.

Villén lamenta que el alcalde, Francisco de la Torre, se haya negado a recibirles, "cuando sí que se reúne con hosteleros y toma café con ellos".

"Son cinco años de vecinos que no pueden dormir" recuerda Villén, que señala que las mediciones acústicas se hicieron hace ya tres años. "Se están riendo de nosotros", concluye. Del mismo modo, piden la actuación de la Junta de Andalucía y del Defensor del Pueblo.