Los nueve alumnos de percusión del Conservatorio Superior de Música de Málaga se han negado en la tarde de hoy a hacer la prueba de final de curso ante el tribunal de su departamento como gesto reivindicativo con el que exigen inversiones urgentes en el centro. Acusan a la Junta de Andalucía de no destinar el presupuesto necesario y a la dirección del Conservatorio de no ejercer la presión necesaria para obtener las inversiones que hacen falta desde hace años.

Los alumnos aseguran que tanto los materiales con los que tienen que estudiar la carrera como las instalaciones están en condiciones "muy deficientes". Así lo explica Alberto Jaime, estudiante de tercer curso de percusión y portavoz del colectivo de alumnos que, subidos al escenario del Manuel de Falla, donde tenían que haberse examinado, explicaron al tribunal los motivos de su negativa.

Estas exigencias se vienen comunicando desde hace dos años, "cuando ni siquiera fueron contestados nuestros escritos por parte de la dirección", explica Jaime. "Los profesores nos apoyan", asegura, lo que ha podido confirmar este periódico tras hablar con varios docentes.

A principios del presente curso, los alumnos, esta vez uno a uno, presentaron unos escritos a la dirección que sí fueron contestados. "Obtuvimos una reunión en la que se nos ofrecieron medidas a nuestro juicio insuficientes e ineficaces, pero que a día de hoy ni siquiera son realidad", explica este alumno.

Los estudiantes piden algún tipo de rampa o montacargas para poder subir los instrumentos al escenario, ya que son pesados y hasta ahora tienen que hacerlo a pulso. También exigen la climatización del aula de percusión.

Del mismo modo, piden una inversión urgente en material musical, que cubra las carencias instrumentales del Conservatorio, en primer lugar, y que pueda emplearse para reparar el material que ya existe pero está estropeado, "láminas rotas, parches rotos", precisa Jaime. "Ni siquiera tenemos un armario donde poder guardar los instrumentos", añade. Por último, entre las reclamaciones de los estudiantes se encuentra la creación de un aula de estudio de percusión. "No somos comos los estudiantes de violín o clarinete, que pueden guardar su instrumento en su estuche debajo de la cama. Necesitamos este aula", sostiene.

De momento se quedan sin ser evaluados. Sin embargo, los alumnos, que han tomado esta decisión de manera unánime, prefieren poner así el foco en sus reivindicaciones.